El Congreso que dictó el porvenir del campesinado cubano
- El Congreso que dictó el porvenir del campesinado cubano

En Santiago de Cuba, miles de hectáreas están siendo sembradas, los cultivos de ciclo corto se cosechan, el sector cooperativo-campesino se revitaliza; en las montañas en las que se asienta el municipio de Segundo Frente se ultiman detalles en la rehabilitación de calles, carreteras y caminos, y se remodelan instituciones de Salud, de Educación, del Deporte y de la Cultura. El aniversario 65 de la celebración del Congreso Campesino en Armas es un motivo.
La imposición –a campesinos y a dirigentes de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP)– de la Orden 17 de Mayo, la Medalla Romárico Cordero, la Distinción Antero Regalado y el Sello Especial José Ramírez se desarrolló en las jornadas previas al acto conmemorativo, en el Mausoleo del Segundo Frente, con la presencia del miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, y jefe de su Departamento Agroalimentario, Félix Duarte Ortega; de José Ramón Monteagudo Ruiz, primer secretario del Partido en la provincia; de Rafael Santiesteban Pozo, presidente de la anap; y de Beatriz Johnson Urrutia, gobernadora de Santiago de Cuba.
UN CONGRESO PARA REDIMIR AL CAMPESINADO
A las 11 de la mañana del 21 de septiembre de 1958, en el salón de baile de Soledad de Mayarí, 2 001 delegados asistieron a la reunión que marcó la ruta para redimir a una clase que sufría tanto, que hasta la tierra que trabajaba era propiedad de los grandes latifundistas de la Cuba neocolonial.
Allí se creó el Comité Regional Campesino para atender las necesidades del labriego en los territorios liberados, se sentaron los fundamentos para la Ley de Reforma Agraria –aprobada tras el triunfo de la Revolución– y todas las medidas a fin de solucionar «el problema de la tierra», denunciado por Fidel en su alegato de autodefensa La historia me Absolverá.
El liderazgo del entonces Comandante Raúl Castro Ruz y la fuerza de quienes nutrían, en lo fundamental, las filas del Ejército Rebelde –los campesinos– fueron ratificados en el Congreso, que a decir de José Pepe Ramírez, primer presidente de la anap, «tuvo un extraordinario valor en el desarrollo y el triunfo de la lucha insurreccional, y para avanzar en el movimiento campesino, en alianza con la clase obrera en respaldo de las medidas, puestas en práctica por el poder revolucionario».