Contra el mar y el viento, trabajo reparador
- Contra el mar y el viento, trabajo reparador

La fuerza de la naturaleza se ensañó con Surgidero de Batabanó. Este poblado de gente laboriosa, conocedora de los secretos más profundos del mar, vio, en instantes, cómo las aguas trastocaron su realidad.
«Tras el paso del huracán Ian por la provincia y el impacto severo que tuvo, fundamentalmente, en Surgidero de Batabanó, nos dimos a la tarea de la recuperación», afirma la miembro del Comité Central y primera secretaria del Partido en Mayabeque, Yuniasky Crespo Baquero.
La prioridad era salvar las vidas humanas y, a partir de ahí, comenzar a trabajar tras las inundaciones que, según declaraciones de los propios vecinos, no habían alcanzado esa magnitud desde 1959.
«Las mayores afectaciones en Surgidero estuvieron causadas por la entrada del mar, que supuso daños a las viviendas, los viales, y las pérdidas de pertenencias. Por eso se activaron los subgrupos del Consejo de Defensa Provincial y un grupo de trabajo permanente de ese órgano para la rehabilitación de este asentamiento.
«Algunos municipios de nuestra provincia, que no tuvieron tantos perjuicios, como Quivicán, San José de las Lajas, Santa Cruz del Norte y Bejucal, se volcaron de inmediato a las acciones recuperativas en Surgidero, que, ciertamente, ha transformado su imagen.
«No han faltado las propuestas culturales, la promoción de salud, la venta de alimentos elaborados, la visita a las viviendas, la ayuda solidaria de distintas organizaciones de masas, las donaciones de insumos y la entrega de módulos de productos alimenticios.
«El Ministerio de la Construcción y el Instituto de Recursos Hidráulicos desarrollan, de manera paralela, un programa acelerado en atención a las necesidades estructurales de esta zona costera.
«Necesitamos que la población siga participando en cada una de las acciones, porque queremos que sean protagonistas de las decisiones. Sin el pueblo no es posible transformar», afirmó Crespo Baquero.
RESCATAR CULTIVOS Y SEMBRAR
La prontitud en el trabajo para restablecer la vida y la economía en los poblados afectados por el azote del huracán Ian es perentoria, fundamentalmente en las comunidades de la parte sur, que sufrieron los mayores desmanes.
En Batabanó, San Nicolás, Melena del Sur, entre otros municipios, los fuertes vientos provocaron perjuicios en la agricultura, que fue golpeada, sobre todo, en las plantaciones de viandas. Las acciones de restablecimiento aumentan su intensidad para el autoabastecimiento local y la producción de alimentos para la capital del país y hacia otros destinos claves.
El productor Bernardo Díaz Beltrán no ha perdido tiempo en la recuperación agrícola de su finca La Ofelia, en la cooperativa de créditos y servicios Nicomedes Corvo, en el municipio de Quivicán.
Sobre el proceso de cosecha, el campesino refirió que ha destinado a la población más de 200 quintales de viandas; y, con la mayor prisa, rota, resiembra y recupera las áreas con plantaciones de ciclo corto.
Detalló que entregó parte de sus producciones a sectores sociales y a Acopio, para garantizar que los insumos alimenticios lleguen a los hogares maternos e instituciones de Salud, para las embarazadas y pacientes.
Comentó que el plátano fue la variedad más dañada, pero que también lo ha empleado como comida animal, para minimizar las pérdidas.
Bernardo Díaz puntualizó, en cuanto a la rehabilitación de los sembrados, que ha puesto todo su empeño en la diversificación, con variedad de productos que sea más sostenible y pueda estar en estado óptimo en un breve plazo.
Yoandry Abad Escobar, delegado provincial de la Agricultura, informó sobre las acciones para recuperar las 961 hectáreas impactadas por el fenómeno hidrometeorológico en Mayabeque.
Enumeró el comienzo de la siembra para los cultivos de ciclo corto y el restablecimiento de los procesos productivos para garantizar la alimentación en estos meses e inicios del próximo año.
En ese sentido, se están ampliando áreas y resembrando cultivos en todos los municipios, y se incrementan las actividades culturales a las plantaciones, con el empleo de la ciencia y el apoyo de los centros que pueden contribuir a mejorar las cosechas.