Aida Calderín tiene más de 80 y ha visto muchos ciclones pasar en su vida. El del miércoles 6 de noviembre –Rafael– le llevó dos tejas de fibrocemento del techo. Sus vecinos, antes de que la recuperación de Artemisa comenzara a tomar forma, le salvaron el tejado.
Hasta su sencilla casa llegó siete días después el Presidente del Consejo de Defensa Nacional, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien por tercera vez, desde el paso del evento meteorológico, recorrió la provincia de Artemisa, la más golpeada por los fuertes vientos del huracán.
Fue hasta allí de la mano de Dinorah Acosta Fernández, delegada de la circunscripción 7, en el Reparto Nuevo, valerosa mujer que le explicó lo que han estado haciendo los vecinos, junto a fuerzas de varios organismos de la Administración Central del Estado, para levantarse de los destrozos dejados por Rafael, huracán que entró a la provincia con categoría tres y vientos sostenidos de más de 180 kilómetros por hora. La solidaridad, conoció el mandatario, ha primado por esa zona.
Díaz-Canel les explicó a los artemiseños que está llegando apoyo de todo el país, y se siguen incorporando brigadas nuevas a la recuperación. Aquí se está trabajando, dijo, en tres prioridades fundamentales: el saneamiento, la electricidad y el bombeo de agua.
Yo sé que ustedes, reconoció, están desesperados por la falta de electricidad, pero el esfuerzo que se está haciendo es titánico, es mucha la destrucción, y está siendo un trabajo muy duro, consideró.
«Creo que se ha trabajado con organización, con disposición, todo el mundo ha venido a apoyar», destacó Díaz-Canel.
Ustedes, los vecinos, dijo, sigan ayudando a las fuerzas que vienen. Vamos a salir, reiteró, vamos a salir por nosotros mismos, porque nadie nos va a resolver los problemas. Se han tomado un grupo de decisiones, y hay cosas que van a quedar mejor que antes del paso del huracán. Por ejemplo, el tema de los bombeos en un grupo de lugares va a tener una solución, los hospitales van a quedar mejor, aseguró.
Explicó que empezaron a llegar recursos a la provincia para la recuperación de la vivienda, en un primer momento para los daños parciales y totales de techos –que son más del 50 % de las afectaciones en la provincia–, también para los derrumbes parciales y totales. No podemos detener una cosa para empezar otra, aclaró.
Con la ayuda de todos, afirmó, nadie va a quedar desamparado.
HURACÁN DE RECUPERACIÓN EN EL HOSPITAL CIRO REDONDO
En su recorrido por Artemisa –acompañado por la miembro del Buró Político del Partido y su primera secretaria en el territorio, Gladys Martínez Verdecia, y el gobernador Ricardo Concepción Rodríguez –el Jefe de Estado visitó el hospital Ciro Redondo, que sufrió grandes afectaciones en ventanales y techos, por la fuerza de los vientos.
Según explicó la doctora Niurka Larrionda Valdés, directora de la institución, «sufrieron daños en la estructura del centro, no así en vidas humanas ni en los equipos médicos».
Los principales embates del ciclón en nuestro hospital, subrayó, fueron la caída de los ventanales de cristal de la Terapia Intensiva, la sala de Cuidados Perinatales y el Servicio de Hemodiálisis. Además, hubo filtraciones de agua y la caída del «falso techo» en diferentes servicios.
En estos momentos, precisó, estamos inmersos en un gran proceso de recuperación. Los pacientes de las salas dañadas por el huracán se trasladaron a un lugar seguro, no hubo necesidad de llevarlos para otro hospital, ni de detener ningún servicio médico, comentó la Directora.
LEVANTAR TORRES, OTRA PROEZA
Desde hace varios días, en el kilómetro 32 de la autopista que va hacia Pinar del Río se vive un intenso ajetreo; una brigada de electricistas arma seis torres de alta tensión de la línea de 220 kV, destruidas por los fuertes vientos del huracán.
En las dos ocasiones en que el Presidente Díaz-Canel ha estado en Artemisa, luego del paso del ciclón, se ha detenido en ese punto de la carretera para intercambiar con los trabajadores (algunas son mujeres) que bajo el imponente sol dan forma a las nuevas torres.
Adalberto Domínguez Álvarez, jefe del Departamento de Líneas de la Empresa de Construcción de la Industria Eléctrica, explicó que el paso del huracán derribó seis estructuras metálicas de la línea de 220 kV que enlaza el municipio de Mariel con Pinar del Río.
El trabajo ahora, explicó, consiste primero en retirar las estructuras derribadas, para luego ensamblarlas aquí mismo. «Nosotros tenemos previsto ensamblar una estructura cada tres días», lo cual suman unas 18 jornadas de duro trabajo, más otras pocas que se precisan para poner en funcionamiento nuevamente la línea de transmisión.
Estos trabajos no han impedido que llegue la electricidad a Pinar del Río– ya enlazada al Sistema Eléctrico Nacional a través de la línea de 110 kV. Aunque, apuntó el especialista, la línea de 220 kV le da mayor confiabilidad y calidad a la energía que llega a Pinar del Río.
EN BEJUCAL, CADA VEZ MENOS ENREDADOS
En el pueblo de Bejucal y sus colindancias se retoma la cotidianidad. Brigadas de la Empresa Eléctrica y de Etecsa, que ultiman los detalles en los tendidos, están entre los recuerdos del paso del huracán Rafael, al igual que la acumulación de escombros vegetales en la periferia de la pequeña ciudad.
Junto a Quivicán y Batabanó, este municipio estuvo entre los más golpeados por el meteoro. El Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, llegó temprano a una de las zonas donde los linieros adelantaban las faenas del día, Cuatro Caminos.
Aquí todos los postes de ambos tendidos fueron tirados al piso por los vientos huracanados de fuerza tres. Ya todos están en su lugar.
Junto a la primera secretaria del Comité Provincial del Partido, Yuniasky Crespo Baquero, y otras autoridades de la provincia y el municipio, el mandatario conoció que en Mayabeque el servicio eléctrico cubre más del 93 % de los clientes, y la telefonía, el 84 %.
El objetivo es completar ambos servicios en esta semana, excepto en lugares aislados y los imprevistos que siempre ocurren.
En Bejucal la electricidad está restablecida al 97 %; pero en su regreso a Mayabeque para supervisar el proceso de recuperación, Díaz-Canel indagó sobre la situación en La Salud y Camacho, entre las comunidades más afectadas, y donde aún no se ha podido avanzar lo que se quisiera en la rehabilitación de la electricidad y el abasto de agua.
Sobre la disponibilidad de techos y otros materiales de la construcción para recuperar las viviendas, preguntó el Jefe de Estado al ministro de la Construcción, René Mesa Villafaña, quien explicó la disponibilidad de cubiertas ligeras y demás recursos.
Díaz-Canel pidió acelerar la reparación de los techos parcialmente dañados, para que cuando termine el año no sea un pendiente. E indicó apurar la recogida de desechos sólidos y hacerlo con calidad. «Todo tiene que quedar mejor que antes», insiste una y otra vez.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido visitó luego el Centro Nacional de Biopreparados (Biocen), perteneciente al grupo empresarial Biocubafarma, donde conversó con su directora, la doctora en Ciencias Tamara Lovaina Rodríguez, sobre la situación con una de las máquinas esenciales del proceso productivo, el turbocomprensor, que luego de ser detenido antes del paso del ciclón, como medida preventiva, no ha podido arrancar.
El huracán no provocó grandes afectaciones a la edificación ni a los procesos tecnológicos. Los ingenieros han decidido, como alternativa, pasar el motor de un turbocomprensor que no está en uso, para el que estaba en línea y retomar en breve la producción. Es esta, le explicaron, la variante más rápida.
El mandatario visitó a continuación el eje social del pueblo de Bejucal, el parque Maceo-Gómez, que a pesar de sufrir algunos daños en su arbolado e inmobiliario, ha quedado restablecido.
Para «subir la parada», se decidió pintar algunos de los centros que lo rodean, como la casa de cultura y el saf, y ahora es meta rescatar el liceo –aunque no completamente, carece de techo– y reinaugurarlo en las venideras Charangas de Bejucal, en diciembre.
Díaz-Canel conversó con bejucaleños que fueron a recibirlo, a quienes destacó por lo rápido que han ido recuperándose de los daños provocados por el huracán, aunque algunas cuestiones tomarán más tiempo, como la vivienda.
El Presidente recorrió el policlínico docente Rosa Elena Simeón Negrín, que apenas sufrió daños, en especial por la colocación de una manta impermeable en el techo, que solucionó las filtraciones que arrastraba desde tiempo atrás.
El doctor Annel Modoy Rodríguez, su director, informó que aquí se atiende una población de más de 28 000 personas, y como norma reciben diariamente unos 137 casos. Con 11 especialidades médicas y más de una veintena de consultorios médicos, los trabajadores de la Salud en Bejucal acumulan, entre sus resultados, cero mortalidad infantil y cero mortalidad materna.