Hilando la economía y el compromiso.
- Hilando la economía y el compromiso.
por Lianne Fonseca Diéguez
Famosa por la belleza natural que le regala el océano Atlántico, la arquitectura colonial de sus moradas, los festivales de cine y sus platos típicos de mariscos, Gibara posee mucho más en sus entrañas. Hay que alejarse del malecón, mezclarse entre su gente humilde y subir hasta la calle Independencia, desde cuya cima puede admirarse un trozo de mar, para encontrarse con uno de los más útiles tesoros de la llamada Villa Blanca: la hilandería Inejiro Asanuma.
Tras cruzar el portón de entrada y penetrar en el inmueble principal, en cuya fachada llama la atención la marca Gihilan Producciones, se está en un sitio donde el trabajo, comprometido e incesante entre toneladas de algodón, no es pesado fardo cotidiano, sino una apuesta diaria por convertir la industria ligera en un quehacer que emana del corazón.
Así lo demuestran los 282 hombres y mujeres de esta empresa, quienes emplean sus horas en obtener toda la hilaza de algodón que Cuba necesita para que se fabriquen luego los productos de las canastillas, los módulos de encamados y la gasa quirúrgica que requieren los hospitales. Sin embargo, en el cumplimiento de esa tarea, que es una gran respuesta a la tan demandada sustitución de importaciones, no encuentra su límite la fuerza de trabajo de la Asanuma.
Ese colectivo, comandado desde hace 27 años por Aída Leonor Oro Lau, voluntad y emprendimiento fundidos en una sola persona, también despliega energías para confeccionar frazadas para pisos, su producto estrella; artículos de plástico, como envases para alimentos y accesorios para la propia fábrica; confecciones textiles y hasta colchones, sin contar otros muchos surtidos que rondan la cifra de 40.
La fábrica fue modernizada en el 2017 con una inversión millonaria, la cual no solo introdujo tecnología de punta sino que se triplicaron las capacidades productivas. Hay que remarcar que la diversidad en los surtidos es fruto directo de la cultura de la innovación y el ahorro que caracteriza a la entidad, que no en vano lleva 45 años como Vanguardia Nacional.
Aída Leonor destaca que existe una filosofía en la hilandería que promueve el reciclaje y el ahorro. “Es una cultura. Tenemos una tradición de innovación de años. Continuamos el legado de otros y lo atemperamos a los tiempos que vivimos. Desde 1993 nuestro comité de innovadores y racionalizadores es vanguardia nacional. Es difícil mirar para un lugar de este pueblo donde no esté la mano de los aniristas hilanderos”.
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