«A nosotros no nos para nadie; mucho menos la prepotencia yanqui»
- «A nosotros no nos para nadie; mucho menos la prepotencia yanqui»
Visita del Consejo de Ministros a la provincia de Mayabeque. El Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, intercambió con directivos y trabajadores de varios sectores productivos, estudiantes y el pueblo
«Te dije que él iba a parar el carro para hablar con nosotros», decía una señora en el parque de Tapaste, donde el Presidente de la República se bajó del auto para conversar con quienes lo esperaban allí, alertados por los medios de comunicación y por las redes sociales de que, desde que empezó la mañana, él estaba en la provincia.
El compañero Miguel Díaz-Canel Bermúdez encabezó la segunda visita gubernamental a Mayabeque. Como es su costumbre conversó con los pobladores y les explicó el objetivo de la visita y su agenda de trabajo.
Semilla
«Simiente», así también le dicen quienes están enrolados en uno de los proyectos más ambiciosos y prometedores para alcanzar el buscado, pero aún esquivo, autoabastecimiento municipal. Aquí se trata de crear uno de los asientos que garanticen la distribución mensual de cinco kilogramos de carne por habitante en cada territorio con base en el cerdo, las aves y el ganado menor (ovino-caprino).
Situado en Santa Cruz del Norte, por donde el Presidente inició su agenda al frente de la visita gubernamental, el Centro de recría de cerdos criollos de capa oscura —el «puerco chino», le llaman los campesinos— suministrará en breve los pies de cría para que las unidades productivas de los 11 municipios de Mayabaque se enrolen en la tarea. Se trata de multiplicar los cerdos.
Cerca de una veintena de sementales y más de un centenar de hembras están en las naves de una antigua vaquería en desuso que estaba bastante maltrecha. La infraestructura se recuperó a partir de un proyecto de desarrollo local que incluyó fondos de la Contribución territorial (el famoso «uno por ciento»).
Cuando esté completamente listo, el Centro dará cobija a 700 animales. Pero quedan pendientes todavía. Uno es la capacidad de generar en las tierras aledañas el alimento que necesita el rebaño, porque «a pienso que viene en barco» no se debe mirar.
Díaz-Canel preguntó sobre esto, aquello y todo. Dedicó especial atención al tratamiento de residuales. «La solución final será un biodigestor» —le dicen—. «Es lo correcto —respondió—; tendrán combustible para cocinar y para otros usos, y si también pueden abastecer con gas a la comunidad cercana, mejor».
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