La evaluación sobre el cumplimiento de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el periodo 2021-2026, y las Líneas de trabajo de la organización para su impulso y control, fueron aprobadas por el VI Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en la tarde de este martes.
El órgano partidista, reunido en el Salón de los Plenos del Palacio de la Revolución, dio curso a ambos documentos y a otras decisiones relativas, tras una sesión de casi cinco horas en la que se desarrolló un «análisis crítico, justo y en el marco adecuado», según la calificó el miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, quien señaló que, a pesar de lo hecho, no se han logrado aún los resultados esperados por el pueblo.
Como en toda la jornada, el intercambio fue encabezado por el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, además del presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández; el secretario de Organización del Comité Central, Roberto Morales Ojeda, y el vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, entre otros miembros del Buró Político.
El integrante del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe de su Departamento Económico Productivo, Joel Queipo Ruiz, tuvo a su cargo la presentación de la Evaluación del cumplimiento de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el periodo 2021-2026, la que fue seguida de una reseña sobre el estado de la implementación de estos hasta el cierre de 2022, con algunas actualizaciones hasta abril –o sea, a dos años de marcha o poco menos de la mitad del periodo establecido para su consecución–, por parte del miembro del Comité Central y vice primer ministro, Alejandro Gil Fernández.
Recordó Queipo Ruiz que el 8vo. Congreso del PCC, celebrado en abril de 2021, «encargó al Comité Central que, mediante las estructuras partidistas a los diferentes niveles, impulse, controle y exija la Actualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista; y a su Pleno analizar con la periodicidad requerida la marcha del desempeño de la economía, la implementación de los Lineamientos y el cumplimiento del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030».
Informó que la evaluación del cumplimiento de los Lineamientos «ha constituido uno de los objetivos de las visitas del Secretariado y la estructura auxiliar del Comité Central a las provincias».
Dijo también que, a pesar de estar diseñado el sistema de macroprogramas, programas y proyectos que tributan a la implementación y cumplimiento de los Lineamientos, «los resultados que se alcanzan no se corresponden con lo que se necesita para garantizar el desarrollo económico y social».
«El bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de Estados Unidos, recrudecido en los últimos años –señaló Queipo Ruiz– constituye el mayor obstáculo, pero a la vez son pocas las propuestas innovadoras que minimicen su impacto, y persisten problemas y falta de iniciativas que retardan los efectores esperados».
Se explicó que la preparación del informe de evaluación incorpora los elementos aportados por los organismos de la Administración Central del Estado y los planteamientos derivados del amplio proceso político de consulta al que fue sometido el tema en 48 121 núcleos del Partido, y en el que participó alrededor de medio millón de militantes de base.
El Jefe del Departamento Económico Productivo del Secretariado del Comité Central comentó que, como resultado de los intercambios en los núcleos, en los burós provinciales se tabularon 1 214 tipos de señalamientos, entre problemas, criterios e insatisfacciones. En los núcleos también se realizaron varias propuestas de soluciones a la actual situación económica.
Profundizando en los resultados del proceso de debate sobre los diez lineamientos más señalados, indicó que «se efectuaron 90 585 planteamientos, de los cuales el 51,4 % corresponde a los núcleos del Partido de centros responsables de implementarlos; es decir, con una mirada hacia adentro y autocrítica, y el otro 48,6 % pertenece al resto de los centros, mirando hacia afuera».
No obstante –aclaró–, esto no fue homogéneo para todos los Lineamientos, y, ejemplificó, en el caso del número 118, «relacionado con la Política para la comercialización de productos agropecuarios, de los señalamientos solo el 40,1 % corresponde a los núcleos del Partido de los centros responsables de su concreción, lo que apunta a la necesidad de convertir a los núcleos en verdaderas unidades de combate que impulsen, con su accionar, exigencia y control, al cumplimiento efectivo de la implementación de los Lineamientos».
Con respecto a las Líneas de trabajo para el impulso y control desde el Partido a los Lineamientos aprobados en el 8vo. Congreso, el miembro del Secretariado del Comité Central explicó que su objetivo es establecerlas en todas las estructuras del Partido y la militancia, de forma tal que «incidan en cómo hacer las cosas de forma diferente, y que impacten en las causas y condiciones que limitan el avance de cada sector de la economía».
Tras dar a conocer las Líneas de trabajo, las que también fueron aprobadas por el VI Pleno del Comité Central, Queipo Ruiz señaló que «favorecen la atención política diferenciada de los principales cuadros a las organizaciones de base de centros que deciden en la vida económica y social de los territorios, así como el intercambio permanente con militantes, jóvenes y la población en general, para lo cual se debe fortalecer la preparación de los cuadros».
Recordó, a propósito, palabras del Primer Secretario del Comité Central, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la clausura del 8vo. Congreso, cuando señaló: «Para lograr esos objetivos resulta indispensable fortalecer las dinámicas de funcionamiento del Partido y la proactividad de su militancia ante los problemas más acuciantes que afronte la sociedad, bajo la premisa, de que, por el carácter de Partido único, el nuestro tendrá siempre el desafío de ser cada vez más democrático, más atractivo, más cercano al pueblo en su conjunto y no solo en su entorno inmediato».
ESTADO DE IMPLEMENTACIÓN DE LOS LINEAMIENTOS
Al informar sobre el estado de implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el periodo 2021-2026, aprobados en el 8vo. Congreso, el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, dijo que, según el último cierre, de los 201 lineamientos, 13 están sin avance y 67 tienen un avance bajo, por lo que ambas categorías concentran cerca del 40 %; mientras 110 tienen un avance medio (54,7 %) y 11 un avance alto (5,4 %).
Estamos a mitad de camino en la implementación de los Lineamientos para el periodo 2021-2026, pero su comportamiento no solo se puede ver en estas clasificaciones, sino en el día a día del país, señaló Gil Fernández.
En evaluación crítica del comportamiento de la economía, el Vice primer ministro señaló la falta de los resultados esperados y necesarios en la producción nacional –como lo agroindustrial–, las exportaciones de bienes y servicios, la inversión extranjera y la eficiencia en el proceso inversionista, entre otros.
Igual ocurre en lo referido a la estabilización macroeconómica, uno de los aspectos más complejos a alcanzar, y cuyos efectos se expresan en los altos niveles de inflación, la distorsión de los precios, la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y las pensiones, y la depreciación de la moneda en el tipo de cambio informal, entre otras consecuencias negativas.
Gil Fernández abundó, en su presentación ante el VI Pleno del Comité Central, sobre los 13 lineamientos sin avance (los números 117, 118, 121, 122, 124, 129, 130, 146, 147, 148, 165, 166 y 186) mayormente vinculados a la producción agroalimentaria.
Aunque la implementación de los Lineamientos no se corresponde todavía con las necesidades que tiene el país y demanda la población, ponderó al mismo tiempo las medidas dirigidas a implementar los que más avanzan, como el restablecimiento del mercado cambiario (a pesar del negativo impacto del mercado informal), la gradual implementación del perfeccionamiento de la empresa estatal (como la creación de empresas filiales y mipymes estatales), la descentralización del sistema salarial (a la que están acogidas ya más de 500 empresas), así como a los progresos que se tienen en la clasificación de las empresas estatales y la Ley de Empresa.
Como nota positiva, el Ministro de Economía y Planificación informó que al cierre de abril en el país se reportaban 285 empresas en pérdidas, pero hace año y medio existían unas 500 en ese estado. Reconoció, empero, que entre las que aún están en pérdidas algunas tienen esa condición, no por una ineficiencia demostrada, sino porque tienen precios topados centralmente, un asunto que se ha resuelto para algunas que ahora reportan utilidades, aunque –aclaró– esa decisión ha llevado a que se traslade un incremento de precios al producto.
Gil Fernández destacó avances en Lineamientos vinculados a la ciencia y la innovación, el gobierno y el comercio electrónico, los servicios de Salud y Educación tras entrar en la fase pospandemia de la COVID-19; las acciones de transformación en más de mil barrios, el incremento de medidas compensatorias a personas y familias en situación de vulnerabilidad y en otras áreas sociales.
Al sopesar de forma integral la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el periodo 2021-2026, sentenció que en este proceso «estamos a mitad de camino, pero no andamos bien; hay que cerrar filas y apurar el paso».
Se refirió a las dificultades que se afrontan para el incremento de la producción en medio de los desequilibrios macroeconómicos que se tienen, y viceversa. No obstante, apuntó hacia las reservas que existen en el país. Y vamos –dijo– en la dirección de favorecer el incremento de la producción nacional, de la captación de divisas con sostenibilidad y hacia medidas que ayuden a incrementar en lo más inmediato la oferta de bienes y servicios a la población.
Ni nos caerá nada del cielo ni hay magia, lo que hay es un bloqueo tremendo, sentenció el Vice primer ministro, pero a su vez –agregó– tenemos en nuestras manos un grupo de medidas que no han dado todos los resultados, pero tienen un gran potencial. Y sí –añadió– hay salida, hay solución para continuar avanzando en el desarrollo económico y social de nuestro país.
A DEBATE
El estado de cumplimiento de los Lineamientos de la Política Económica y Social fue sometido a discusión por los miembros del Comité Central del Partido en su VI Pleno, en el que se sucedieron intervenciones de representantes de territorios, ministerios, de la academia y de otros ámbitos.
Betsy Díaz Velázquez, miembro del Comité Central y titular de la cartera de Comercio Interior, abordó los lineamientos relacionados con el comercio, la gastronomía y los servicios profesionales y técnicos, ramos en los que la población tiene grandes insatisfacciones y en los que se expresan, en primer lugar, los altos precios, reconoció.
No obstante –señaló– no nos hemos quedado de brazos cruzados y hay muchas cosas por hacer, incluyendo actuar con mucha más vehemencia y sin contemplaciones contra los violadores de normas y derechos.
Mayra Arevich Marín, miembro del Comité Central y ministra de Comunicaciones, habló sobre la implementación de los Lineamientos referidos a ese sector. Comentó, no sin reconocer las limitaciones, sobre resultados, como el incremento de la densidad telefónica, con más de 7,4 millones de abonados a la telefonía móvil y digital, a que el 68 % de la población (6,6 millones de personas) tienen acceso a internet, a los procesos de transformación digital y a otros asuntos como la calidad del servicio de internet, que debe ir mejorando paulatinamente.
El académico Carlos César Torres Páez, miembro del Comité Central, sin dejar de reconocer que el bloqueo es el principal obstáculo para el desarrollo del país, criticó la falta de persistencia para enfrentar esta agresión permanente y recrudecida desde la creatividad, la innovación, la sistematización para implementar más el uso del conocimiento y el empleo del conocimiento experto.
Se refirió también, entre otros temas, a la necesidad de impulsar, exigir y controlar, desde los núcleos del Partido, el cumplimiento de todo lo que impacta en la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución aprobados en el 8vo. Congreso.
Ninguna medida de manera aislada –añadió– generará los resultados que se necesitan, por lo que también es necesario una profunda transformación integral, sin abandonar las esencias del modelo socialista cubano.
Todavía nos quedan muchas reservas, enfatizó Torres Páez, para quien avanzar en la transformación del modelo económico necesita un cambio sustantivo en la concepción del Plan de la Economía y la asignación de recursos, así como en estructuras vigentes, como las organizaciones superiores de dirección empresarial, potenciando lo territorial, la municipalidad.
La contralora general de la República, Gladys Bejerano Portela, miembro del Comité Central, señaló que en los documentos del Congreso del Partido están todas las cuestiones discutidas en el Pleno, por lo que lo necesario es concentrarnos en cumplir con lo acordado y hacerlo con calidad y con eficiencia.
El tema fundamental, el problema fundamental aquí –afirmó– es producir, si no producimos no vamos a salir adelante.
El miembro del Buró Político y jefe del Gobierno, Manuel Marrero Cruz, tras una evaluación de las causas que están afectando el despegue económico que la población necesita y reclama, enfatizó en que, a pesar de ellas, sí se pueden hacer cosas, por lo que tenemos que concentrarnos en hacer todo lo que dependa de nosotros.