PUERTO LA GUAIRA, Venezuela. —A los 12 y 43 minutos de uno de estos mediodías en que el aire cuece y el sol raja las piedras bajo el cielo sin nubes, apareadas al muelle que vio entrar y salir a José Martí en tierra bolivariana, las motonaves Carmita y Karola Sky ultimaban detalles para zarpar. Su destino, Cuba.
«Nuestro objetivo es llevarle cuanto antes a los afectados por el ciclón (Ian) en la Isla, la ayuda que les envía el gobierno bolivariano», dijo la joven capitán de Corbeta, Montes Romero Yaimar, jefa de los 95 hombres que dejaron cargados los dos buques en apenas media jornada, proeza realizada en la mitad del tiempo habitual de una operación como esta, a criterio de Lázaro Artola Madrazo, a cargo de la Oficina Económico-Comercial de la embajada cubana aquí.
Entre ambas naves llevan 400 000 módulos de alimentos, medio centenar de transformadores eléctricos, cables conductores, y más de 22 000 metros cuadrados de láminas de zinc, para reparar cubiertas de viviendas dañadas por el meteoro.
Ya Carola Sky y Carmita van camino de Cuba, cargadas de ayuda hermana. Ellas inauguran un puente marítimo tendido por el gobierno bolivariano sobre las aguas del Mar Caribe, para la operación solidaria.
Hasta su destino, la travesía tomará seis jornadas y media (contadas a partir del 2 de octubre), precisó Jorge Coello Valladares, capitán de la motonave Carmita. Pero la operación no termina ahí. Este solo es el comienzo.