el socialismo, subrayó Díaz-Canel al finalizar sus palabras a los visitantes, quienes lo recibieron y lo escucharon con vítores y muestras de fraternidad.
A continuación tuvo lugar un intercambio, a través del cual se suscitaron valiosas intervenciones como la de Walter Smoralek, miembro del Partido por el Socialismo y la Liberación de EE. UU.; un joven activista que interrumpió al secretario general de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro, mientras hablaba sobre la libertad de prensa en el continente americano, en la IX Cumbre de las Américas.
Walter manifestó su solidaridad con Cuba y su rechazo al bloqueo genocida. Díaz-Canel le agradeció, reconoció el coraje mostrado por el joven en Los Ángeles y le reiteró que el pueblo cubano admira, respeta y quiere al estadounidense.
En horas de la noche, el Primer Secretario presidió, en el teatro Tomás Terry, la gala en homenaje al 26 de Julio; acompañado por Marrero Cruz, Morales Ojeda, el vice primer ministro Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, el Comandante del Ejército Rebelde José Ramón Machado Ventura, y la secretaria del Partido en la provincia, Marydé Fernández López.
El espectáculo Cienfuegos, sueños y esperanzas agrupó un nutrido talento artístico, en el cual destacó la Orquesta Aragón, fundada en el territorio en 1939. Bajo la dirección artística de Rolando Martínez Varens, se compartieron poemas musicalizados de Nicolás Guillén, y se interpretaron temas antológicos del desaparecido cantautor Lázaro García Gil.

