Universidad con un rol social activo y no centrado en las élites
Que la producción académica de las universidades se exprese, cada vez con más impacto, en la consolidación de una empresa estatal socialista eficaz y eficiente, y ayude a robustecer los nuevos actores económicos, es uno de esos modos urgentes que ayudan a que el país, en su resistencia creativa, acelere su desarrollo con plena soberanía.
A tenor de su importancia, el tema será debatido en el 13er. Congreso Internacional Universidad 2022, que tendrá lugar del 7 al 11 de febrero en La Habana, y cuya conferencia inaugural: Gestión de gobierno basada en ciencia e innovación: avances y desafíos, estará a cargo del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, trascendió ayer en conferencia de prensa.
Bajo el lema Universidad e innovación por un desarrollo sostenible e inclusivo, el programa del evento incluye cinco foros temáticos, 25 talleres y siete simposios, en los cuales participarán unos 140 delegados de 23 países confirmados, además de ministros y viceministros de varias naciones, entre las que destacan Rusia, Venezuela, México, Ucrania, España y China.
Intelectuales de la talla de Frei Betto y Atilio Borón prestigiarán la cita, en la cual también ofrecerá una conferencia Frances Pedró, director del Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe.
Se precisó que la delegación cubana será reducida en su variante presencial, aunque masiva la participación gracias a la conexión virtual desde cada universidad del archipiélago.
Además de insistir en que se velará por el rigor en el cumplimiento de los protocolos para la vigilancia epidemiológica, la viceministra de Educación Superior, doctora en Ciencias Miriam Alpízar Santana, adelantó que Universidad 2022 será un espacio para «compartir experiencias, buenas prácticas, aprender y enseñar, incluso, lo que la universidad ha aportado al enfrentamiento a la COVID-19», con sus estudiantes y profesores vinculados directamente a los centros de aislamiento, evidencia de su rol social activo, y no contemplativo ni de élite.