Continúan en Ciego de Ávila y Camagüey diálogos sobre acuerdos del 8vo. Congreso del Partido.

Hacia Ciego de Ávila y Camagüey partió, en horas de la mañana de este jueves, el Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, que conduce un proceso de debates con dirigentes de todo el país en torno a la materialización de los acuerdos del 8vo. Congreso de la organización política.

El Primer Secretario del Comité Central del PCC y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, comunicó hoy a través de Twitter que este encuentro con la militancia es un diálogo «sobre el futuro».

De Occidente a Oriente, marcha el Secretariado desde el pasado 27 de mayo, cuando comenzaron las reuniones por Pinar del Río y Artemisa, donde entre otros temas se abordó como potenciar el trabajo en las estructuras de base del Partido, la necesidad de revitalizar los métodos de las organizaciones de masas para que se parezcan cada vez más a los tiempos que vive Cuba, y el rol que corresponde al PCC en el aseguramiento político de los procesos económicos de la nación.

Que la agenda del Partido Comunista se acerque cada vez más a la agenda pública del país es uno de los mayores retos de la organización partidista, a poco más de un mes de concluido su 8vo Congreso, marcado por dos ejes: la Unidad y la Continuidad, se ha destacado también en el resto de los encuentros durante poco más de 10 días.

Igualmente se ha insistido en que no pueden haber problemas de los que afectan al pueblo, a la economía y a la sociedad, que no tengan solución; se ha debatido la manera en que los territorios materializarán las ideas, conceptos y directrices emanados del 8vo. Congreso; y se ha analizado el crecimiento al Partido de los jóvenes que militan en la UJC, proceso que debe caracterizarse por ser dinámico, creativo y que sirva de estímulo para ellos y su familia.

Asimismo, entre los objetivos a lograr a partir de estos debates, según consta en los diferentes reportes publicados de cada reunión, se encuentra procurar una vida interna del Partido fortalecida y atemperada a los momentos actuales, así como a quitar la carga de burocracia que todavía le pueda quedar a la organización, despojarla de la rutina, hacer los procesos más atractivos, con mayor impacto social, que funcionen más en el sentimiento y en las emociones del militante y de los revolucionarios, para entonces tener más vida externa, que es la capacidad de enfrentar, con la población, todos los desafíos.