Candidatos vacunales cubanos: De los ensayos preclínicos a la inmunización
- Candidatos vacunales cubanos: De los ensayos preclínicos a la inmunización
Autor: Redacción Cubadebate.
En un breve recorrido por el camino recorrido hasta hoy en el desarrollo de los proyectos cubanos de vacunas, Yury Valdés Balbín, director adjunto del Instituto Finlay de Vacunas, recordó que el punto de partida fue el 19 de mayo de 2020, en la reunión con el presidente Miguel Díaz-Canel, y poco después, en agosto, se anunciaba que América Latina tenía su primer candidato vacunal en fase clínica, con el inicio del primer ensayo clínico de Soberana 01, y en octubre sucedía lo mismo con Soberana 02.
Posteriormente, en diciembre, comenzó la fase II de Soberana 02, a partir de evidencias presentadas a la autoridad regulatoria nacional. En febrero pasado llegó otro hito, la producción a escala con dos lotes a escala de 150 000 dosis.
“El 8 de marzo empezamos los estudios de eficacia, con el ensayo fase III. En la primera fase de Soberana 02 contamos con 40 voluntarios, en la segunda fueron 900, con dos sitios clínicos, y en la tercera escalamos a otro nivel de complejidad”, señaló.
¿Cómo marcha el ensayo fase III de Soberana 02?
El objetivo de un ensayo fase III −explicó− es evaluar la eficacia, la protección que brinda la vacuna frente a la enfermedad, así como la seguridad e inmunogenicidad. En el caso del candidato vacunal profiláctico FINLAY-FR-2, en un esquema de dos dosis (0-28) y en otro de dos dosis con una dosis de refuerzo (0-28-[56-84]) para la población de 19 a 80 años de edad.
Al referirse a la muestra poblacional que participa en el ensayo fase III, en ocho municipios de La Habana, y respondiendo a una pregunta frecuente sobre por qué esos municipios, precisó que los estudios clínicos “tienen un diseño técnico en el cual participan muchos especialistas y nada se decide al azar. Estos eran los ocho municipios que, cuando se hizo el análisis, en el momento de presentar el protocolo, tenían la epidemiología más compleja y otros elementos que fueron evaluados.
Sin embargo −añadió−, lo que ha sucedido luego en el país “nos ha dado la posibilidad de realizar el fase III en la capital. Lo que es negativo es número de casos, epidemiológicamente, ha sido un elemento importante en los ensayos”.
El fase III en ocho municipios ha incluido 44 010 sujetos (fueron 40 y 910 en los fase I y II), en 31 sitios clínicos (en comparación con uno en el fase I y dos en el fase II) y 48 puntos de vacunación.
“Cada uno de esos puntos de vacunación lleva un equipo de investigación, logística y toda una infraestructura. Un ensayo clínico de este tipo necesariamente incluye un mecanismo de gestión innovador. De esta magnitud, y en el contexto en que se realiza, no existen precedentes de ensayo clínico en Cuba.
“Un ensayo clínico no es llegar, vacunarse y ya. Se llega tras la preparación de un grupo de condiciones, con un estándar regulatorio muy elevado”.
La organización, clave en el avance del ensayo
El centro coordinador de los ensayos clínicos mantiene estrechos vínculos con BioCubaFarma, el Minsap, la alta dirección del país, los Consejos de Defensa provinciales y municipales, con el fin de articular todas las decisiones que se toman alrededor de un ensayo clínico. “Es un proceso complejo, una gestión en tiempos de crisis que necesariamente demanda una lógica de organización”, apuntó el director adjunto del Instituto Finlay de Vacunas (IFV).
“También hay procesos de capacitación, de inclusión; de manejo del producto, de distribución del producto a cargo de Encomed, que debe hacerlo con un estándar, manteniendo la cadena de frío y haciéndolo desde muy temprano. Además, de manera aleatorizada, porque este es un ensayo aleatorizado a doble ciega, todo está enmascarado: tuvo que haber un proceso de enmascaramiento del producto por actores que están fuera del ensayo. Realmente, gestionarlo lleva una alta complejidad”, dijo.
Otros procesos tienen que ver con la estrategia de comunicación dirigida a las comunidades, en la que se involucran activistas, líderes sociales y organizaciones de masas. Al ser aleatorizado el ensayo, los consultorios más cercanos al sitio de vacunación son los que entran, hay un grupo de componentes éticos y de rigor que se articulan.
“Y hay un seguimiento complejo. Cada uno de esos vacunados tiene una tarjeta que lo identifica para que siga un camino diferenciado, lo que genera complejidad y puede haber imprecisiones en el protocolo dentro del sistema de salud”.
La primera semana fueron vacunados 4 779 sujetos; la segunda, 12 788, y la tercera, 17 945. “El mecanismo se fue engrasando. la estrategia comenzó con un sitio piloto en cada municipio el primer día, fuimos optimizando los procesos y ya el 10 de marzo fuimos incorporando más sitios al proceso. En solo 19 días logramos completar la muestra de 44 010 sujetos.
Como el esquema de nosotros es 0-28 y luego una dosis de refuerzo, el objetivo era en 28 días lograr poner todas las primeras dosis. Fue un esfuerzo muy grande para lograrlo en 19 días, con un alto estándar y con una inspección del Cecmed durante 10 días, que tampoco tiene precedente en la historia, con un sistema de inspecciones sorpresivas, sin avisar, todo aleatorio.
“El 31 de marzo, ayer, al cerrar el periodo de inclusión, tuvimos un pequeño contacto con cada uno de los sitios. Y fue una fiesta para cada sitio. El agradecimiento fundamental es a nuestro pueblo, porque se logran vacunar 44 010 sujetos en 19 días, porque existe una voluntad en el pueblo de acompañar lo que estamos haciendo por la vida”.
Sobre el sujeto número 44 010, vacunado este miércoles, dijo que se eligió el municipio Diez de Octubre porque tenía la mayor muestra de vacunación y en 15 de sus 18 días vacunó al 100% de los sujetos.
“Hay una diferencia en términos de evaluación. No es lo mismo manejar 900 que 44 010 sujetos. Hemos tenido que informatizar todo el estudio, uno de los elementos más complejos e innovadores que hemos tenido. Hoy Cuba cuenta con una base de datos de vacunados, desarrollada por GeoCuba.
“Pero con esa base de datos, por sí sola, tendríamos el inventario y no cómo evaluar la eficacia, el impacto en la enfermedad. La base de datos no lleva la enfermedad; entonces, tuvimos que articular esa base de datos de vacunados con los registros médicos del Minsap, que habla de la evolución, y los datos de todos los PCR. Las vacunas impactan en la enfermedad, pero también hay que evaluar cómo impactan en la transmisión. Usted puede no enfermar, pero estar infectado.
“Entonces, ¿cómo evaluamos la infección? Por los PCR. Hubo que anclar también la base de datos de los PCR, desarrollada por la empresa Datys. La interconexión entre esas tres bases de datos nos permiten hoy estar en una posición de evaluar las variables principales del ensayo. Y no solo con Soberana, sino con todos los candidatos vacunales cubanos”, apuntó.
Estos ensayos tienen que ser capaces de generar nuevas capacidades. Sin duda, nosotros seremos otros en capacidades de todo tipo cuando terminemos el desarrollo de nuestras vacunas”.
Explicó que cada día se realizan cierres de datos y cifras para continuar los procesos. “¿Por qué pudo Cuba hacer esto en 19 días? En primer lugar, por la integración de sus instituciones. No se trata de financiamiento, que sin dudas se están usando; no se trata de recursos. Se trata de valores y principios fundacionales y estructuras como el Minsap, BioCubaFarma y otras que trabajan juntas en función de la salud del pueblo. Es imposible hablar de cada una de estas instituciones, cuando lo que estamos haciendo es un esfuerzo de país.
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