Zafra en Matanzas: Menos caña demanda más eficiencia
- Zafra en Matanzas: Menos caña demanda más eficiencia
Autor: Ventura de Jesús.
CALIMETE, Matanzas.–En su interior se pulsa por estos días el futuro de la próxima zafra en el sureño territorio. Es la vida del batey, todo gira a su alrededor. Para no pocos resulta el sustento de su familia y la mejor manera de aprovechar el tiempo.
Es sábado y, allí adentro, varias cosas atraen la atención. Se escucha el martilleo incesante y retazos de planchas metálicas y rastros de soldaduras esparcidas por el piso dan la falsa sensación de desorden.
Es el ingenio azucarero, ese familiar espacio de nuestros campos, sonoro en tiempos de zafra, y donde los preparativos de la próxima contienda acentúan de nuevo la valía de los viejos hierros.
En el rostro de los soldadores, paileros, electricistas y otros operarios que se mueven por el central se marca cierta tensión. «Yo diría que en la etapa de reparaciones la ansiedad es más fuerte que en la propia zafra», expresa Fidel Carballea Socorro, director del Jesús Rabí.
«Es cuando concluyen las labores más complicadas y son frecuentes las pruebas en las diferentes áreas. Además, los trabajadores saben que es el momento de ganar la zafra y están precisados a cumplir una fecha».
Estar listos cuanto antes
A pesar del poco tiempo al frente del ingenio y de la falta de algunos insumos y piezas de repuesto, Carballea Socorro está convencido de que terminar las reparaciones en el plazo previsto no es una empresa imposible.
«Nos hemos propuesto concluir esta etapa cuanto antes y hacer las cosas con la calidad requerida, de manera que podamos iniciar la molienda sin sobresaltos», dice optimista.
Algo que agobiaba las operaciones en el central, la insuficiencia energética, ya es un problema resuelto. «Ese es un tema fundamental, responsable de una buena parte del tiempo perdido en zafras anteriores. Ahora contamos con un segundo transformador que ayuda a asumir, sin dificultad, los requerimientos de la industria y debe repercutir en la estabilidad de la fábrica».
Otra de las buenas noticias, comenta, es que dispondrán de una planta de agua prácticamente nueva, además de haber realizado trabajos en profundidad, tanto en el tándem y la planta de vapor, así como en la casa de calderas y la torre de enfriamiento.
Para Ramiro Ríos, jefe del área de generación de vapor, y con 32 años en la industria, es ahora cuando se decide la suerte de la zafra. «Se trata de un trabajo con proyección futura. Por fortuna, este año estamos más adelantados y las cosas se han hecho bien».
Similar opinión sostienen los electricistas Misael S. Medina y Lázaro Onet. Faltan algunos recursos, pero la clave es aprovecharlo todo y avanzar con lo que tenemos, recalca Medina luego de exaltar el desempeño del personal experimentado, y hasta de los más jóvenes, quienes están muy motivados, apunta.
Fidel Carballea Socorro ha previsto, en cierto modo, cómo será la zafra en esta campaña. Y aunque todavía faltan algunos detalles decisivos por culminar, hay señales que dan crédito de sus cálculos y de la buena disposición reinante en el Jesús Rabí.
«Este central es bueno y la gente también. En solo 20 días realizamos el desarme completo del ingenio y todas las áreas lograron el máximo de puntuación en el examen de las normas técnicas. Eso dice de la seriedad con que se ha trabajado y de que la gente está motivada y quiere hacer la mejor de las zafras».
Son motivos para creer, asegura, que el central puede exceder sin muchos contratiempos las 31 000 toneladas fijadas en el plan. «Internamente nos hemos planteado una meta más alta, aun cuando esta vez tenemos menos caña por las razones conocidas de falta de fertilizantes y otras atenciones que no pudieron dársele. Es un objetivo alcanzable, pero exige moler bien, sin pausa, y con una eficiencia industrial que se aproxime a los 11 puntos de rendimiento. Por lo pronto, pretendemos fabricar unas 7 000 toneladas en la zafra chica».
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