Símbolos patrios: Usarlos, con orgullo y respeto a su historia
- Símbolos patrios: Usarlos, con orgullo y respeto a su historia

¿Y por qué nosotros, los cubanos, no íbamos a poder portarla con orgullo, de frente y en alto, por lo que significa, por la historia que cuentan su triángulo rojo y su estrella siempre solitaria? Si estuvo en la manigua, la Sierra y el llano, ondeando al compás de cada grito libertario, ¿por qué la Bandera Nacional no iba a estar entonces en el pulóver que uso para ir al trabajo o en el cuadro que enmarqué en la pared de la casa? A fin de cuentas, los tiempos son otros, y también otras las trincheras para defender lo nuestro, la Patria.
Era este un sentir compartido por muchos coterráneos antes de que fuera aprobada en el tercer periodo ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su ix Legislatura, la Ley no. 128 –Ley de los Símbolos Nacionales de la República de Cuba–, tras un amplio proceso de consulta y debate.
La nueva normativa busca desde su contenido solucionar la contradicción entre lo que estipulaba la anterior disposición legal, y el manejo que hace la ciudadanía de los símbolos. El reto recaía entonces en actualizar la norma vigente en pos de flexibilizar sus usos, pero en un ambiente de orden y respeto.
Esta última aclaración pudiera parecer de más, sin embargo, sucede a menudo que, en el afán de tener un objeto o prenda en alegoría a ese símbolo patrio, se llega a mancillar lo que este representa –ya sea inconscientemente o por desconocimiento de lo legislado–, pues no es solo el contexto en que se utilizan, sino también el objeto en el que pueden estar incorporados.
Por: Yaditza del Sol González
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