Díaz-Canel al pueblo de Cuba: ¡Unidos hemos vencido! ¡Unidos venceremos!
- Díaz-Canel al pueblo de Cuba: ¡Unidos hemos vencido! ¡Unidos venceremos!

Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República de Cuba, en la clausura del IV Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su IX Legislatura, en el Palacio de Convenciones, el 21 de diciembre de 2019, “Año 61 de la Revolución”
Querido compañero General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central de nuestro Partido;
Compañero Esteban Lazo, Presidente de la Asamblea Nacional y del Consejo de Estado;
Compañeros de la Generación Histórica que nos acompañan;
Diputadas y diputados;
Pueblo de Cuba:
En vísperas de otro aniversario de la Revolución invicta y victoriosa, ante todo quiero exclamar: ¡Felicidades!
Atravesamos un año cargado de retos, tensiones y agresiones. Juntos los enfrentamos y juntos vamos ganando.
En verdad ha sido duro y desafiante el año 61 de la Revolución, aunque nunca tanto como aquellos que se sucedieron después del triunfo de enero cuando el asedio se acompañó de arteros ataques, incluyendo: una invasión, sabotajes, incendios, bandidismo y el aislamiento de Cuba en todo el hemisferio.
Aquellos desafíos fueron vencidos y superados uno por uno, legándonos sus protagonistas una historia que nos enorgullece profundamente y la más formidable escuela revolucionaria: por el pueblo, junto al pueblo y para el pueblo: ¡todo es posible!
Curtidos en la resistencia de todos esos años, y apoyados en la fortaleza de la obra humana levantada “contra viento y marea” durante seis décadas, hemos podido transitar este 2019 derribando obstáculos que parecían insalvables y, hoy, tenemos todo el derecho a celebrar lo conseguido sin autocomplacencias y conscientes de que cada meta es un nuevo punto de partida.
Hablando de obstáculos, empecemos por el peor y más abarcador de todos: el bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos.
Cuando se escriba la historia de estos días, habrá que reservar un capítulo al año 2019 por el modo brutal, demente, podría decirse, en que durante este año escaló la agresión a Cuba, prácticamente, al ritmo de más de una medida por semana; es decir, una “vuelta de tuerca” cada siete días para asfixiar a nuestra economía.
Se cancelaron, restringieron o prohibieron, cruceros, vuelos, remesas, servicios médicos, financiamientos, transportación de combustible y seguros. No hay un área libre de la cacería, del cerco, de la persecución. Tampoco queda proyecto o acción revolucionaria ajena a la difamación.
Para justificar su actuación, Washington ha acudido nuevamente a groseras mentiras, y a la burda acusación de que somos un factor de inestabilidad y amenaza para la región, las que hemos desmentido enérgicamente.
Las medidas adoptadas se dirigen a sabotear el comercio exterior de Cuba y a obstaculizar las transacciones financieras con terceros países, incluyendo pagos, cobros y posibilidades de créditos. Buscan interrumpir los suministros de la industria nacional, limitar el acceso a la tecnología y a las fuentes de capital y de ingresos económicos, con acciones específicas contra el transporte de combustible, el turismo y los servicios internacionales de salud.
Con este fin, Estados Unidos ha desplegado una intensa e injuriosa campaña contra la colaboración médica que Cuba ofrece. Es inmoral e inaceptable que se cuestione la dignidad, la profesionalidad y el altruismo de los más de 400 000 colaboradores de la salud que, en 56 años, han cumplido misiones en 164 naciones.
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