Una oportunidad para ampliar nuestras relaciones económicas, comerciales y de cooperación

Cuba es el único país de América Latina que ostenta la condición de Estado observador de la Unión Económica Euroasiática (UEE), lo que realmente nos prestigia y nos pone un reto alto, asegura Ana Lourdes González Vilches, especialista de la Dirección de Europa y Canadá del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), quien añade que, «a ese momento no llegamos de repente, fue un proceso paulatino, de varios años de intenso trabajo.

«Para la Mayor de las Antillas constituye un honor participar en este bloque integracionista, pues nos permite conocer de primera mano hacia dónde va su desarrollo», afirma la funcionaria del Minrex, justo cuando este jueves comienza, en la ciudad rusa de Sochi, la reunión del Consejo Intergubernamental Euroasiático.

 A este importante evento asiste, por primera vez de manera presencial, una delegación caribeña de alto nivel, encabezada por el miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, quien ha destacado que «Cuba, como Estado observador, reitera su compromiso de potenciar nuestra inserción en este mecanismo de integración y honrar la condición que recibimos hace poco más de dos años».

–El Consejo es uno de los órganos de la uee, ¿cuáles son los propósitos de este bloque?

–La Unión es una organización internacional de integración económica regional compuesta por cuatro órganos: el Consejo Supremo Económico Euroasiático, que funciona a nivel de presidentes de los países miembros y observadores; el Consejo Intergubernamental Euroasiático, a nivel de primeros ministros y jefes de Gobierno; la Comisión Económica Euroasiática, que tiene su sede en Moscú, y el Tribunal.

«Fue creada en mayo de 2014 y entró en funcionamiento seis meses después, con la incorporación, en un primer momento, de Rusia, Belarús y Kazajistán, a los que se sumaron Armenia y Kirguistán. Estos cinco países son los que ostentan estatus de miembros, mientras que Moldova, Uzbekistán y Cuba tienen estatus de observadores.

«Su objetivo principal es lograr la libre circulación de bienes, servicios, capitales y mano de obra entre los países miembros. Además, prevé el fortalecimiento de su mercado interno mediante políticas coordinadas, armonizadas o unificadas en los sectores de la economía. Este bloque se fundó con el fin de modernizarse a nivel global, cooperar y aumentar la competitividad de las economías nacionales y crear las condiciones para un desarrollo sostenible, en pos de mejorar el nivel de vida de la población de los Estados miembros».

–Por primera vez, el 11 de diciembre de 2020, la Mayor de las Antillas intervino en este tipo de evento. ¿Cómo llegó la participación del país en esta cita?

–En esa fecha a nuestro país se le otorga el estatus de Observador de la Unión, y participamos, por primera vez, en un evento de alto nivel como el Consejo Supremo Económico Euroasiático, con la asistencia online del Primer Secretario del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Llegar ahí fue un proceso paulatino, de varios años de trabajo, con vistas a lograr la inserción de Cuba en este bloque.

«Los intercambios se iniciaron prácticamente desde 2015, durante la XII sesión de la Comisión Intergubernamental entre Cuba y Rusia. En 2018 se logró la primera visita a Cuba de la UEE y, en ese contexto, se firmó el Memorando de Entendimiento y un primer Plan de Acción.

«En 2019 se produjo la visita a nuestro país de Sergei Glazyev, ministro de Integración y Macroeconomía de la Unión, quien participó en la Feria Internacional de La Habana y sostuvo encuentros al más alto nivel, y se siguió trabajando en la búsqueda de obtener la condición de Estado observador. Esa solicitud la presentamos formalmente en enero de 2020, y se concretó a finales de ese año».

–¿Qué significa ese estatus y cuánto le aporta al país?

–Cuba vio una oportunidad para ampliar las relaciones económicas, comerciales y de cooperación. El estatus de Estado observador nos aporta mejores condiciones para el registro y posicionamiento de productos biotecnológicos y farmacéuticos, así como de servicios en mercados de alto poder adquisitivo, como son la Federación de Rusia y la República de Kazajistán.

«También nos da la posibilidad de negociar producciones cooperadas o al amparo de licencias en naciones cuyo costo de fabricación sea bajo, como es el caso de las repúblicas de Armenia, Belarús o Kirguistán, para posteriormente comercializarlas dentro de la UEE u otros mercados. Además, nos ofrece oportunidades de comercio e inversión, particularmente en la Zona Especial de Desarrollo Mariel.

«Favorece la creación de parques industriales en nuestro país, la fundación de empresas mixtas y el fomento de la digitalización integral de los sectores productivos, la ampliación del acceso a los mercados exteriores, así como la posibilidad de inserción en las iniciativas euroasiáticas, enfocadas en las esferas energética, industrial, de transporte, turismo, financiera y la eliminación de barreras comerciales».

–Ahora la delegación cubana participará en la Exposición Internacional Eurasia-Nuestro Hogar, que sesionará en paralelo al Consejo en Sochi.

–Esta Feria puede ser un momento importante en el que se consoliden o se den nuevos pasos para que otras propuestas y proyectos se presenten ante la Unión. Cuba participará en diferentes paneles y stands basándose en las temáticas de turismo, salud, seguridad alimentaria y la industria.

«En el mundo que vivimos, y más después de la pandemia de la covid-19, se evidencia que la solidaridad, el multilateralismo y la cooperación constituyen las vías más efectiva para enfrentar los retos comunes».

–¿Desde la Unión cómo se aporta a ese propósito?

–Pienso que la Unión está haciendo un trabajo bien interesante en materia de colaboración hacia lo interno: de cómo organizarse mejor, de cómo prepararse para enfrentar, de manera sólida y consecuente, los retos que tienen hoy. Los resultados de 2022 fueron extraordinarios porque, a pesar de existir dos países sancionados dentro del bloque, lograron un crecimiento económico.

–¿Se ha insertado Cuba en alguna de las iniciativas euroasiáticas?

–Cuba participa en calidad de Estado observador en dos mecanismos muy importantes que funcionan en la Unión: el Comité de Farmacopea y el Grupo de trabajo de las regulaciones de los equipos médicos. Nuestros nexos con los Estados miembros son buenos, sobre todo en el plano político. Es en el ámbito económico y comercial donde estamos intentando impulsar aún más estas relaciones.