Una diplomacia revolucionaria y siempre joven
La condición Siempre Joven entregada este martes al Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) reconoce el compromiso histórico y la labor abnegada de sus jóvenes en la defensa de la Patria y la Revolución. Ellos han sido y son sostén y continuidad de nuestra diplomacia revolucionaria.
Así lo afirmó en su red social X, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, poco después de participar en el acto, donde Meyvis Estévez Echevarría, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), develó junto a él y Roberto Cabañas Vázquez, secretario del Comité UJC del Ministerio, la placa que atestigua tan importante reconocimiento.
La dirigente elogió de las nuevas generaciones del Minrex su participación y compromiso en las tareas de la organización, referente para sus contemporáneos, y aseguró que la diplomacia revolucionaria es una trinchera vital en los tiempos que vivimos. «No hay que empuñar un fusil para ser soldado: las ideas, el dialogo y la firmeza también son armas y valen más», señaló.
Poco después compartió con los integrantes de Tumba el bloqueo, la expedición juvenil que en las últimas semanas de mayo llegó a más de un centenar de centros estudiantiles y laborales, así como comunidades para explicar con argumentos, testimonios irrefutables y un lenguaje entendible, cara a cara, los estragos del cerco criminal más largo de la historia.
Ellos, como sus oyentes, también nacieron bajo los efectos de esta política injusta y desde su posición como estudiantes del Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa García o funcionarios de la Cancillería, asumieron la difícil, pero necesaria tarea de avivar el debate para hacer frente a campañas mediáticas y algoritmos en redes sociales que intentan minimizar la influencia del bloqueo en nuestra vida cotidiana.
Dio gusto escuchar sus historias y asegurar que este «fue un ejercicio de mucho crecimiento tanto en lo personal como en lo profesional», una iniciativa «útil, necesaria, urgente y extraordinaria para los últimos que vivimos». Y porque «esto no puede quedarse como experiencia exitosa», pidieron que se multiplicara, incluso en otras expediciones que «aborden los temas que más preocupan a nuestro pueblo».
Hacia el final del encuentro, Estévez Echevarría agradeció a los muchachos y muchachas por los días dedicados a la expedición, que «no fue solo académica, fue humana, fue hacer que se conociera profundamente el impacto del bloqueo y sintieran a Cuba en sus venas. Ustedes nos han dado otra lección de patriotismo y resistencia. No paren de proponer, porque nos toca a nosotros construir desde nuestro presente el futuro».