Juntos, crece la certeza de que sí podemos
SANTO DOMINGO.-«Cuenten siempre con Cuba en el empeño de consolidar un mundo más justo, solidario y sostenible, que avance hacia el desarrollo y la prosperidad de nuestros pueblos, de los hermanos de sangre, de historia, de batallas y esperanzas. Desde estos deslumbrantes territorios de América, que inspiraron en Alejo Carpentier la idea de lo real maravilloso, siempre que estamos juntos, nos crece la certeza de que sí podemos» .
De tal modo, hermosamente y en sentido tono de hermandad, habló en la mañana de este sábado, en la XXVIII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Conferencia Iberoamericana, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
En el Centro de Convenciones del Ministerio de Relaciones Exteriores de República Dominicana, donde han confluido representantes de 22 naciones de América Latina y el Caribe, España, Portugal y Andorra, el dignatario de la Mayor de las Antillas recordó con sus palabras que para Cuba el escenario de la XXVIII Cumbre Iberoamericana no es cualquier escenario: República Dominicana ocupa un lugar muy especial en el corazón de la Isla, que heredó la impronta de José Martí, y también del Generalísimo Máximo Gómez.
El Jefe de Estado afirmó en la importante cita que «emociona mucho visitar la hermana República Dominicana, cuna de un pueblo generoso y noble, tan ligado a Cuba en la geografía y en la historia, que en algunas regiones de nuestros países cuesta trabajo diferenciarnos».
Enunció que «sobre la cumbre de esa unión cabalga el Generalísimo Máximo Gómez Báez, nacido en estas tierras, quien llegó a ser excepcional jefe de las fuerzas mambisas en la lucha por nuestra independencia, razón por la que en Cuba le rendimos permanente y sentido homenaje.
«El Viejo Gómez, como le llamaban cariñosamente el pueblo y la tropa, con su indiscutido talento militar y un sentido de Patria que sobrepasaba las fronteras dominicanas, se ganó los grados de General del Ejército Libertador cubano, en un episodio trascendente que nuestra historia reconoce como la primera carga al machete.
«En aquel legendario combate, el empleo estratégico de esa herramienta de trabajo trascendió para convertirla en la más cubana de las armas frente al ejército español».
Este sábado, como también recordó Díaz-Canel Bermúdez, tiene para los cubanos «especiales resonancias» , porque «fue el 25 de marzo de 1895, hace exactamente 128 años, cuando nuestro Héroe Nacional José Martí, y Máximo Gómez, General en Jefe del Ejército Libertador, firmaron lo que se conoce como el Manifiesto de Montecristi».
Un discurso de amor entre los hijos de Nuestra América compartió el Jefe de Estado cubano al recordar un fragmento cardinal del Manifiesto de Montecristi: «Los cubanos empezamos la guerra, y los cubanos y los españoles la terminaremos. No nos maltraten y no se les maltratará. Respeten y se les respetará. Al acero responda el acero, y la amistad a la amistad. En el pecho antillano no hay odio».
Seguidamente afirmó que «a pesar del tiempo transcurrido, el Manifiesto de Montecristi continúa siendo un referente histórico en nuestra permanente lucha por preservar la independencia y soberanía conquistadas».
LAS OPORTUNIDADES QUE OFRECE LA CUMBRE
Tal como reflexionó el Presidente Díaz-Canel Bermúdez en la jornada de la cita Iberoamericana, la XXVIII Cumbre ofrece la oportunidad de «traducir en acciones concretas la aspiración de avanzar hacia una región más justa, solidaria y sostenible. El camino hacia ese noble propósito pasa, indiscutiblemente, por cambiar el actual orden internacional injusto, irracional y excluyente».
El mandatario afirmó que urge una reestructuración profunda e integral de la arquitectura financiera internacional; que debe solucionarse, de una vez, el problema de la deuda externa; y que debe trabajarse por evitar una catástrofe climática.
Como ya ha hecho en varias ocasiones, el mandatario cubano denunció que el actual mundo, que ha sufrido los efectos devastadores de la COVID-19, se ha vuelto, asombrosa y paradójicamente, más fraccionado y desigual, «donde enfrentamos crisis multidimensionales en las esferas sanitaria, climática, energética, alimentaria, económica y financiera, que nos afectan a todos, en particular a los países en desarrollo».
Compartió datos, como solía hacer el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en este tipo de encuentros, muy contundentes, ilustrativos y nada poéticos, como ese según el cual, tan solo en 2021, 828 millones de personas padecieron hambre: Según estimaciones que hizo el Banco Mundial, dijo, al finalizar el 2022, entre 75 y 95 millones de personas deben haber pasado a vivir en la pobreza extrema.
Más de una pregunta hizo el mandatario: ¿Cuánto más podría lograrse si al menos una parte de los casi dos millones de millones de dólares que hoy se dilapidan en armas, se destinaran a financiar el desarrollo? ¿Cuánto podrían reducirse las inequidades, la inseguridad alimentaria, el desempleo, el analfabetismo y la pobreza, si se respaldara la Agenda 2030 con acciones concretas en materia de acceso a mercados, financiamiento en condiciones justas y preferenciales, creación de capacidades y transferencia de tecnologías?
De la responsabilidad que Cuba ha asumido «con total compromiso», en calidad de Presidente del Grupo de los 77 + China; de la cooperación inclusiva que la Conferencia Iberoamericana debe fomentar; de la designación de la Mayor de las Antillas como sede de la XXIV Conferencia de Directores Iberoamericanos del Agua (cuyo evento será en noviembre de 2023, en La Habana) habló también el mandatario, quien una vez más puso a disposición de la comunidad Iberoamericana experiencias y conocimientos que la Isla ostenta en lo alusivo al manejo del valioso recurso.
CUBA DENUNCIA
«El Gobierno de Estados Unidos se empeña en desestabilizar a nuestro país y destruir la Revolución Cubana», denunció este sábado el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, quien puntualizó que desde 2019 el gobierno imperial escaló el bloqueo contra el país caribeño, «a una dimensión extrema».
La administración norteamericana, declaró Díaz-Canel, asumió esa postura «para infligir deliberadamente el mayor daño posible a las familias cubanas, sembrar el desaliento y la insatisfacción, y estrangular la economía». El mandatario aseveró que «el daño humano que ocasiona esa política, imposible de cuantificar, es enorme y cruel».
Para ilustrar lo anterior trajo a colación al recién concluido Clásico Mundial de Beisbol, y al bochornoso espectáculo que tuvo lugar en la ciudad de Miami, durante el juego entre los equipos de Cuba y Estados Unidos: «Si faltaba, dijo, una prueba de hasta dónde ha escalado el odio como política para destruir a la Revolución Cubana, el mundo pudo verlo desatarse sin frenos en un escenario tan noble y amistoso como debe ser un terreno deportivo. Se trató de un espectáculo vergonzoso, solo posible por la incitación activa y la complicidad de las autoridades políticas de la ciudad de Miami».
«Solo por representar a Cuba y porque se jugaba en un estadio de esa ciudad, nuestros peloteros y algunos de sus familiares fueron acosados y hostilizados sin ninguna consideración, en la semifinal del Clásico de Beisbol.
«Paralelamente, como un insulto a la verdad y una ofensa a mi país, que está entre las mayores víctimas del terrorismo en el hemisferio occidental, se mantiene la injustificada inclusión de Cuba en la espuria lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo, emitida unilateralmente por el Departamento de Estado.
«No se trata solo de una mentira, de una calumnia sin fundamento. Incluir en esa lista a un país cuya conducta de firme rechazo y persecución a cualquier forma o manifestación de terrorismo es intachable y reconocida, dificulta en extremo todas nuestras transacciones financieras y comerciales y las posibilidades de crédito».
GRATITUD Y SOLIDARIDAD
«Agradecemos el valioso acompañamiento de Iberoamérica, por los pronunciamientos de rechazo al bloqueo y sus demandas de exclusión de Cuba de la arbitraria lista de Estados patrocinadores del terrorismo», expresó el Jefe de Estado; y afirmó: «Frente a los intentos del imperio de recolonizarnos e imponernos una cultura y modelos únicos, la región se une, bajo el liderazgo de la Celac, honrando el compromiso con la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz».
Solidaridad firme con los legítimos gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Bolivia, sometidos a persistentes intentos de desestabilización; apoyo al justo reclamo de Argentina a la soberanía sobre las Islas Malvinas, Sándwich del Sur y Georgias del Sur y los espacios marítimos circundantes; compromiso histórico con la libre determinación y la independencia del pueblo de Puerto Rico; y compromiso con los procesos de paz en Colombia. De tales determinaciones en la proyección internacional, asumidas por Cuba, habló también el Presidente Díaz-Canel en la XXVIII Cumbre.
Igualmente, enfatizó que «el hermano pueblo haitiano necesita paz y todo nuestro apoyo, más solidaridad y cooperación internacional, sobre la base del pleno respeto a la soberanía y autodeterminación de esa nación». Y seguidamente hizo explícito el reconocimiento a la República Dominicana por los notables resultados alcanzados en estos dos años de liderazgo de la Comunidad Iberoamericana: «Auguramos, dijo, éxitos a la República del Ecuador en sus nuevas funciones como Secretaría Pro Tempore».