En la bandera, un país
Cuando los campeones olímpicos y mundiales Idalys Ortiz y Julio César la Cruz recibieron la bandera que defenderán en los Juegos Panamericanos de Santiago-2023, les estaban entregando los sentimientos de un país que no ha dejado de luchar ni de crear para vencer. Esa también ha sido la historia del movimiento deportivo cubano.
«Adelante muchachos, lleven a Chile la alegría que nos distingue, y defiendan la historia de esta tierra de campeones», dijo en X el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
El deporte cubano es referente de estas citas, y la XIX edición no será la excepción. No se propuso un lugar cimero, pero sí buscarlo porque, al decir de La Cruz, «llevaremos lo mejor de nosotros». Lo hará una joven comitiva de la cual el 62 % se estrena en tan exigente escenario.
El compromiso será estar a la altura de los que han empinado a Cuba hasta lo más alto del podio, sin importar que el pronóstico, realista por demás, sea de 22 doradas. Que la juventud tenga esa misión es una fortaleza y la primera victoria, porque la Mayor de las Antillas no ceja en el empeño de construir futuro.
Por eso, Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del Secretariado del Comité Central y jefe del Departamento de Atención al Sector Social, en la ceremonia de abanderamiento, al referirse al reto de una preparación limitada por el bloqueo, más la crisis global que afecta más a los países pobres, expresó que «hemos ido encontrando fórmulas creativas en la esfera del deporte, con una creciente inserción en los circuitos internacionales, un mejor aprovechamiento de bases de entrenamiento conjunto y, sobre todo, afianzando la mirada en la base, a todo el talento que hemos cultivado en la actividad física, con mucho por hacer, pero peleando como un pueblo de campeones».
Osvaldo Vento, presidente del Inder, al concluir el abanderamiento, afirmó que emociona ver a estos muchachos, conscientes de que el reto es grande, pero mayor el compromiso.