De las aulas al país, ¿cómo se proyecta el desarrollo?
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Setenta años después de creada, fecha que se conmemora este 30 de noviembre, la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas (UCLV) constituye un centro trascendental de la ciencia en Cuba, de cardinal importancia para el presente y el futuro del país.
Es difícil encontrar un área vinculada al desarrollo de la nación, en la que los científicos de la prestigiosa casa de altos estudios villaclareña no figuren en primer plano, incluyendo aquellas que forman parte del plan estratégico concebido por la dirección del Partido y del Gobierno.
En la robótica, la inteligencia artificial, la producción de alimentos y materiales para la construcción, la biotecnología, las ciencias sociales, la energía y la informática, entre otros campos, son algunas de las principales líneas de trabajo, en las que ya se alcanzan resultados relevantes, algunos de ellos de alcance mundial.
La doctora Osana Moleiro Pérez, rectora de la UCLV, siente el sano orgullo de encabezar la prestigiosa institución, una de las pocas que en el país ostenta la condición de Excelencia; además de ser la más multidisciplinaria de la nación, con 52 carreras y una matrícula que supera los 11 000 estudiantes.
«Contamos con un claustro de gran experiencia y alto compromiso con los procesos de la Universidad», reconoce la rectora, quien señala que el 55 % de los profesores e investigadores poseen categorías de Profesor e Investigador Titular o Auxiliar, el 36 % son doctores y el 46 % másteres, lo cual dice mucho del potencial científico que atesora la UCLV.
EN EL BORDE DELANTERO DE LA CIENCIA EN CUBA
Muchos y variados son los logros obtenidos por los científicos de la «Marta Abreu» en estos años, la mayoría de ellos alcanzados luego del triunfo del 1ro. de Enero de 1959, cuando aquella universidad elitista, a la que solo podían asistir los hijos de las clases más pudientes, comenzó a pintarse de pueblo, como les pidiera el Che en ocasión de recibir el título de Doctor Honoris Causa en Pedagogía.
«Y, ¿qué tengo que decirle a la Universidad como artículo primero, como función esencial de su vida en esta Cuba nueva? Le tengo que decir que se pinte de negro, que se pinte de mulato, no solo entre los alumnos, sino también entre los profesores; que se pinte de obrero y de campesino, que se pinte de pueblo, porque la Universidad no es el patrimonio de nadie y pertenece al pueblo de Cuba», les dijo el Héroe de la Batalla de Santa Clara aquel día.
Desde entonces no hubo un solo día en el que los alumnos y profesores de la universidad villaclareña no hayan pensado en cumplir el compromiso con Guevara, y también con Fidel, quien en innumerables ocasiones visitó la prestigiosa casa de estudios para impulsar el desarrollo de la ciencia en ese centro.
De esa relación, y del genio del Comandante en Jefe, surgieron el Centro de Bioactivos Químicos (CBQ) y el Instituto de Biotecnología de las Plantas (IBP), por solo citar dos ejemplos de la visión del líder histórico de la Revolución, quien en fecha tan temprana como 1960, había avizorado que el futuro de nuestra Patria tenía que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia.
Precisamente del CBQ, centro que investiga, desarrolla, produce y comercializa productos con acción biológica y servicios científico técnicos, para ser utilizados en la esfera humana, veterinaria y/o agrícola, han salido importantes productos como la Furvina, un ingrediente farmacéutico activo que posee una doble acción, antifúngica y antibacteriana; además del Vitrofural, Dermofural, el bioproducto CBQ-Agrog y un biplastificante de gran utilidad en la construcción, entre otros resultados, refiere la doctora Zenaida Rodríguez, directora de esa institución.
De igual manera destacan los aportes del IBP, en materia de biotecnología vegetal, base para el surgimiento posterior de la red de biofábricas que hoy existen en Cuba, además de desarrollar tecnologías para propagar in vitro diferentes especies de plantas mediante organogénesis, lo cual sirvió de antecedente para el salto tecnológico que luego se produjo con la propagación de plátanos a escala industrial mediante la embriogénesis somática, destaca Osvaldo Fernández, director de ese centro.
De importancia cardinal ha sido también la labor del Centro de Investigaciones de Soldadura (CIS), de la UCLV, en el cual sus investigadores persisten en el afán de introducir los fundentes cubanos en la industria nacional, con resultados notables en varias áreas de la producción.
De acuerdo con las precisiones de la rectora, en la concreción de los valiosos aportes de la institución que dirige han desempeñado un papel significativo sus centros de investigación, las unidades de desarrollo científico tecnológico y los centros de estudio, los cuales conforman una red de entidades capaces de complementar el trabajo de indagación desarrollado a nivel de departamento docente.
Fruto de ese nivel de integración han sido, según la rectora, la producción de ecomateriales para resolver problemas sociales de la vivienda, logro vinculado con la actividad científica del Centro de Investigación y Desarrollo de Materiales (Cidem); la creación de softwares especializados, aplicados a la operación de redes de la Unión Eléctrica, además de tecnologías de gestión total y eficiente de la energía, innovaciones que han significado un considerable ahorro a la economía nacional.
Asimismo, destaca el desarrollo y aplicación de la modelación y la instrumentación en la solución de problemas de ingeniería de alto nivel de complejidad, así como la instrumentación de una tecnología integral de producción y utilización del sorgo, la cual beneficia a los niños celíacos.
Muy importantes han sido los aportes de la UCLV a la defensa del país y en otras temáticas vinculadas con las ciencias sociales y humanísticas, ya sea en lo relacionado con el pensamiento filosófico y latinoamericano, la antropología lingüística o el desarrollo comunitario, el cual cuenta con varios proyectos ya instrumentados en la provincia y la nación, destaca Osana Moleiro Pérez.
De manos de expertos muy jóvenes y otros más experimentados han salido impactantes resultados científicos como las estructuras algebraicas del código genético humano, el desarrollo de técnicas de inteligencia artificial y sus aplicaciones, así como campos escalares y transformaciones conformes en gravitación y cosmología, refiere la directiva.
De igual manera, destaca los recientes proyectos encaminados a facilitar el desarrollo conjunto de la ciencia y la innovación en el campo de la biotecnología y la agricultura, concretados en fecha reciente entre la UCLV y el grupo empresarial BioCubaFarma, que constituyen un paso sustancial en la integración entre la academia y el sistema empresarial cubano.
SOCIEDAD DE INTERFAZ, UN PASO DECISIVO
La creación hace dos años de la Sociedad de Interfaz de Ciencia y Tecnología (Sicte S.A.) de la Marta Abreu, constituyó un hito para el fomento y la integración de la ciencia y la innovación en Villa Clara y en el resto de la nación.
El hecho de ya contar con 85 proyectos contratados con la participación de especialistas de las áreas de Ciencias Técnicas, Agropecuarias, Sociales y Humanísticas, por un monto superior a los 12 millones de pesos, demuestra el impacto que ha tenido ese proyecto en sectores estratégicos para el desarrollo del país, como la construcción, la producción de alimentos, el electroenergético y las telecomunicaciones y sistemas de información, según el doctor en Ciencias Gilberto Quevedo Sotolongo, presidente de Sicte S.A.
Entre los principales logros de la entidad, el reconocido científico mencionó el desarrollo de morteros expansivos para la impermeabilización de canales, y de hormigón proyectado con uso de fibra de producción nacional para igual fin; además de la modelación y propuesta de solución a la cimentación del hotel ubicado en 23 y K, en La Habana, el de mayor altura que se construye en el país.