Producciones de la industria nacional en el enfrentamiento a la COVID-19

Por Yaditza del Sol González. «Ante la situación de contingencia que vive el país por la COVID-19, la industria nacional ha ido transformando sus niveles y prioridades de producción en función de garantizar los artículos necesarios, que se requieren, ya sea a nivel social o desde las instituciones de Salud. Tales acciones han sido posibles gracias a la relación del Ministerio de Industrias (Mindus) con todos los actores de la economía, que participan en la búsqueda de soluciones para enfrentar esta pandemia». Así lo destacó Eloy Álvarez Martínez, titular del Mindus, en el programa radiotelevisivo de la Mesa Redonda de este jueves. En tal sentido, ejemplificó, las plantas de oxígeno medicinal trabajan de manera estable y se asegura la entrega a las instituciones de Salud, en tanto, la planta de Sagua, en Villa Clara, sigue garantizando niveles estables de cloro e hipoclorito, con prioridad de entrega al sistema de Salud y el comercio. «Por ejemplo, en el mes de marzo se distribuyeron más de dos millones de litros de hipoclorito al 5 %, y en lo que va de abril, alrededor de un millón 800 mil litros». Precisó que se han confeccionado más de dos millones de nasobucos hasta la fecha y se comienza otro nivel de producción de cerca de 300 000, con destino al sistema de Salud, y se ha incorporado la producción de sobrebatas, gorros y pijamas. Como resultado de las coordinaciones con otras instituciones y grupos de trabajo, en especial el Centro de Neurociencias (Cneuro), la industria ligera está hoy produciendo alrededor de 18 300 protectores faciales, y se prevé que para el mes de mayo, con la incorporación de 15 talleres a esta función, podamos llegar a la cifra de medio millón, informó Álvarez Martínez. Mitchell Valdés Sosa, director general del Cneuro, destacó que se trabaja intensamente en función de darle respuesta a la necesidad de contar con medios de protección, así como de ventiladores para los pacientes positivos al nuevo coronavirus, que transitan a un estado de gravedad, y de los medios para realizar las pruebas diagnósticas al sars CoV-2, una situación que se agrava por la demanda de estos equipos en el mundo y la imposibilidad en algunos casos de importarlos, por las restricciones que impone el bloqueo económico de ee. uu. contra Cuba. Ante esta realidad se creó un grupo de trabajo compuesto por varios actores, pertenecientes a otras instituciones como el grupo empresarial BioCubaFarma, el Minsap, el Minfar y también trabajadores por cuenta propia, lo que ha propiciado nuevas colaboraciones y cadenas productivas, explicó. «Por ejemplo, de los medios de protección se desarrollaron prototipos de trajes y delantales que ya se han entregado al sistema de Salud, y en las próximas semanas deben incrementarse las cifras de producción. Igualmente, se han comenzado a producir cajas protectoras que permiten que el médico pueda entubar y manipular a los pacientes contagiados con un menor riesgo de contagio», dijo. Respecto a los ventiladores, se trabaja en la reparación de estos equipos y además de que se propone la opción de los llamados ventiladores emergentes, que son más económicos y elementales. No obstante, subrayó, el país no presenta una crisis de ventiladores e, incluso, per cápita, tenemos una respuesta superior a otras naciones. A estas tareas también se sumaron los trabajadores por cuenta propia. Muestra de ello, son las producciones que han entregado al sistema de Salud el grupo de trabajo de fabricación digital. Este grupo fue capaz de diseñar mascarillas de protección facial a través de la impresión 3d, además de la impresión de válvulas para los equipos de respiración asistida y de otras piezas de repuesto. Artículo tomado del periódico Granma Digital.