Tenso combate contra las llamas que devastan pinares
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Pinares de Mayarí, Holguín.–El fuego no se ve tras el espeso manto de pinos, pero el humo, que rebasa la altura de los árboles, y el continuo y aún leve chasquido de las bellotas y ramas, anuncian su avance destructivo.
¡Si el buldócer llega a tiempo, hacemos una trocha y lo frenamos!, dice al borde del camino que establece el límite entre el área que las llamas consumen y el parque Natural Mensura-Piloto, refugio de valiosas especies de la flora y la fauna.
Mas, lamentablemente, la máquina no llega a tiempo y el siniestro entra en la zona que este hombre, a quien el bigote le ha salido y crecido en los 29 años que lleva en el Cuerpo de Guardabosques, ha querido proteger.
Minutos atrás, de conjunto con el jefe de los compañeros que acudieron en ayuda desde el municipio de Mella, había acordado que tan pronto el equipo pesado realizara la trocha, colocarían en ella, cada diez metros, un hombre, y darían contracandela, un probado método de extinción de fuego en situaciones como esta.
Pero los integrantes de esta fuerza no se rinden. Uno de los experimentados hombres del grupo, conocedor de la zona, sugiere que el buldócer, que al fin está entrando en el bosque, emprenda la apertura de otra trocha cortafuego en dirección a un cargadero de madera, espacio amplio, totalmente despejado de vegetación. Sin embargo, el humo y la proximidad de la noche obligan a detener la acción propuesta.
Así de severo es enfrentar un incendio forestal en progreso en una zona agreste, en la que llegar a un punto que se tiene a la vista y parece cercano, representa caminar mucho más de lo pensado. Por eso, explican luego los responsables de enviar el buldócer, este no llegó a tiempo hasta el sitio donde estaban René Mendoza y sus compañeros guardabosques.
La noche pasada también ha sido muy tensa en el área. El fuego rodeó Villa Pinares, instalación turística del Grupo Gaviota, y los hombres del Cuerpo de Bomberos No. 11, comandados por el mayor Daniel Leyva Tamayo, y apoyados por los trabajadores del centro, combatieron con éxito las llamas que rozaron las edificaciones de madera.
El oficial cuenta que también colaboraron en la protección de viviendas de los alrededores. En una de aquellas, el fuego afectó el local de la cocina, pero la intervención resuelta de sus hombres salvó la situación.
Igualmente, hubo momentos de mucha angustia en el Centro de Investigaciones de la Montaña. El lunes en la noche las llamas también estuvieron muy cercanas y pretendieron no respetar las trochas cortafuego, por lo que los trabajadores de la entidad y los bomberos, llegados hasta allí para combatir la posible irrupción del fuego, laboraron intensamente.
Aquí, Wilder Carmenate Reyes, director del Centro de Investigaciones Ambientales de la provincia, comenta que el siniestro dejará cuantiosos daños a la ecología. Asegura que el área de La Sabina, que debe su nombre a una especie de pino nativo de mucho valor biológico, está totalmente afectada. Asimismo, hay daños de consideración en la base de la loma de La Mensura, donde habitan especies de la flora atendidas con esmero para evitar su extinción.
Cuando el siniestro sea derrotado, explica, los investigadores realizarán, mochila e instrumentos a la espalda, las expediciones necesarias para conocer la magnitud real del impacto sobre el medio ambiente.
En el Centro de Investigaciones de la Montaña está el punto de dirección desde el que se enfrenta al siniestro. Dagmar Abad Noa, presidenta del Consejo de Defensa Municipal, conoce cada detalle de las acciones. Al llegar el equipo de prensa, ella está acompañada de oficiales del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil y del jefe del Cuerpo de Bomberos de la provincia de Holguín.
El intercambio entre ellos revela que hay una estrategia definida para combatir el incendio que ha golpeado gran parte de la Meseta de Pinares de Mayarí, situación palpable a primera vista, porque las llamas, en una trayectoria a lo largo de más 500 hectáreas, han remontado la loma de La Mensura, que en la distancia se muestra humeante.
Se espera, explica a la prensa la Presidenta del Consejo de Defensa Municipal, la intervención de aviones (AN.2 y Dromedarios) para que viertan agua sobre varias zonas. Ya contaron con el apoyo de un helicóptero, que realizó exploraciones y extinguió peligrosos focos de fuego arrojando agua sobre ellos. De igual forma, empresas de la construcción que operan en el municipio seguirán apoyando con medios ingenieros.
Todo lo que se hace aquí, detalla, tiene el seguimiento minucioso de las autoridades de la provincia. «Ya estuvo Ernesto Santiesteban Velázquez, primer secretario del Comité Provincial del Partido, y se espera que vuelva en las próximas horas».
Durante las venideras jornadas, aclara, la estrategia de enfrentamiento al siniestro sigue priorizando la protección de los residentes de Vivero 2, Pueblo Nuevo, La Mensura y La Recría, y de las personas que ocupan viviendas aisladas de esos asentamientos.
Dagmar Abad Noa llegó a la zona del incendio tan pronto conoció de él y se puso al frente de las acciones, reconoce el presidente del consejo popular, Ubel Montejo Pupo, quien detalló que en las primeras horas, 18 personas, la mayoría niños, fueron trasladadas a la capital del municipio como una medida preventiva, para evitarles complicaciones de salud a causa del humo provocado por las llamas.
Hubo momentos en los que peligró parte de las 240 viviendas de la zona, pero la acción rápida y decidida de los integrantes de los cuerpos de bomberos fue decisiva para evitar la amenaza de las llamas, refiere.
Un instante después, antes de emprender camino hacia un grupo de personas que mantiene los ojos sobre columnas de humo, que, a una distancia relativamente cercana, se levantan sobre una masa de pinos, Montejo Pupo deja claro que en estas jornadas difíciles lo primero es proteger la vida de los residentes en la zona, y de los compañeros que han acudido a poner fin al incendio.