Encadenamientos productivos: necesidad para el desarrollo.
- Encadenamientos productivos: necesidad para el desarrollo.

El Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030 prioriza la creación de encadenamientos productivos, lo cual apunta a consolidar una soberanía económica estratégica y a disminuir la erogación de divisas al país Todos entendemos la importancia de sustituir importaciones, pero siempre se plantean limitaciones de cualquier tipo para justificar el continuar dependiendo de insumos del exterior en nuestras ofertas de producciones nacionales.
Precisamente para resolver ese nudo gordiano es que el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030 prioriza la creación de encadenamientos productivos, lo cual apunta a consolidar una soberanía económica estratégica y a disminuir la erogación de divisas al país.
Más allá de ese considerable ahorro, está el objetivo de avanzar en la conquista de la total soberanía en producciones de ramas claves para el desarrollo de la Isla, para lo cual es preciso contribuir mediante el financiamiento de entidades receptoras al crecimiento y eficiencia de sus suministradores nacionales.
Lo anterior supone la especialización de entidades productivas en diferentes fases del proceso de una producción o servicio determinado, para alcanzar una mayor eficiencia en el resultado final e influir en la cadena de valor para disminuir costos y elevar el nivel de competitividad.
La cadena de valor comprende el conjunto de diversas actividades requeridas hasta llegar a un producto o servicio desde su concepción hasta la entrega al consumidor final, y en cada etapa denominada «eslabón» se produce una transformación, donde se agrega valor.
En este proceso intervienen también la entidad aseguradora y la encargada de la transportación del recurso importado del puerto hasta la empresa productora nacional, que en ocasiones es propio o contratado, y el que distribuye el producto al cliente final con el consiguiente gasto, que influye en el precio.
Alcanzar un alto grado de autosuficiencia nacional en los insumos productivos contribuye también al incremento de las exportaciones, y brinda una mayor seguridad frente a las fluctuaciones del mercado mundial y las guerras de aranceles entre las potencias.
La transformación productiva en que está empeñado nuestro país, como componente de una estrategia socioeconómica más amplia, debe impactar de manera significativa en el desarrollo económico y social a largo plazo y para lograrlo se necesita el encadenamiento productivo.
Igualmente se requiere concentrar el esfuerzo fundamental en actividades con mayor intensidad en el uso del conocimiento y de tecnologías de
avanzada, y realizar las transformaciones y ajustes necesarios al interior de cada sector, en especial de aquellos considerados como estratégicos.
Modificar el modelo económico de especialización y participación en la economía internacional exige una profunda y sistemática transformación y modernización tecnológica de la planta productiva, prioritariamente en el sector exportador, basada en el desarrollo y la aplicación de la ciencia, la tecnología, la innovación y el incremento de la eficacia, eficiencia y competitividad.
Ese objetivo no podrá lograrse si no impulsamos los encadenamientos productivos en el territorio nacional, a partir de nuevas bases tecnológicas, zonas especiales de desarrollo, patrones de utilización de los factores productivos y modelos gerenciales y de organización de la producción, aprovechando las ventajas comparativas de cada territorio.
Resulta obvio entonces, la importancia económica de asegurar, mediante los encadenamientos, el suministro nacional de todos los componentes empleados por las principales industrias y entidades del país sin depender para ello, o dependiendo cada vez menos, del mercado internacional.