Cien puntos para las libretas
- Cien puntos para las libretas

Hace alrededor de una semana que en la UEB Haydée Santamaría, de Palma Soriano, recibieron el papel para producir A leer, título básico para la educación primaria que tiene además la complejidad adicional de su impresión en cuatro colores, y del cual este año se prevén reponer 40 mil 500 ejemplares. Ya su colectivo labora en tres turnos de trabajo para que el libro llegue lo más pronto posible a las aulas de infantes como Greterly, la nieta de Carmen.
“Lo que más sobresale en la fabricación de los textos escolares es la efectividad en el aprovechamiento al máximo de la materia prima. Nunca pensamos que con tan poco papel, pudiéramos hacer tantos libros. Ya casi no tenemos desperdicios para entregar al reciclaje”, resumió Yoel Rodríguez Ramos, director de Producción y Ventas de Ediciones Caribe, empresa que fabrica los 112 títulos que requieren las diferentes enseñanzas.
Ante las restricciones existentes, la prioridad estuvo en el completamiento de las libretas y solo la reposición parcial de los libros, pues según precisó Proenza Hernández, del Gempil, también el Ministerio de Educación (MINED) tiene previstos cambios próximos en varios textos escolares.
No obstante, más de 4 millones 800 mil ejemplares ya fueron terminados y entregados al MINED para la primera etapa del curso, informó Rodríguez Ramos, aunque todavía hay una docena de títulos en producción para ese propósito.
Con el mobiliario escolar, de acuerdo con el director de Producción del Gempil, la estrategia estuvo clara desde inicios del 2019, al apostar por el traslado, arreglo y recuperación de todo lo que se pudiera, para aliviar la imposibilidad objetiva de fabricar tantos muebles como en otros años.
Con esa premisa, la industria consiguió reparar alrededor de 36 mil 800 muebles escolares, y fabricar otros 37 mil 300 en el país, con especial destaque de las UEB de Holguín, Santiago de Cuba, Ciego de Ávila, Villa Clara, Signos –en Mayabeque– y Luis Ruiz Pallares, en La Habana.
Lo más impresionante, sin embargo, de este empeño productivo, fue el compromiso y la naturalidad con que trabajadores de todos los colectivos implicados asumieron su responsabilidad.