Específicamente sobre el desarrollo de ensayos clínicos, refirió que en estos momentos se llevan a cabo cinco, todos con productos de origen natural, que podrían ser empleados en diversas enfermedades
En tanto, la doctora Cristina Lara, directora de Medicamentos y Tecnología Médica del Ministerio de Salud Pública, destacó el impulso dado a la medicina natural y tradicional, que ha sumado medicamentos al cuadro básico, los cuales en muchos casos se han convertido en más que una alternativa de tratamiento, y ejemplificó con los jarabes anticatarrales, de alta demanda entre nuestra población.
La COVID-19 de alguna manera nos demostró todo lo que todavía podemos hacer, pues las farmacias y los dispensarios no detuvieron su trabajo en ningún momento de estos complejos meses, valoró.
Asimismo, destacó la importancia de promover mayores encadenamientos productivos con la industria, y de hacer mejoras tecnológicas –en la medida de lo posible– en los centros de producción local y en los dispensarios, para tratar de incrementar las producciones. Y eso requiere, dijo, de una mirada también desde los territorios, que a veces pueden apoyar más.
Celebro mucho –consideró el Presidente de la República– que hayamos ido a producciones industriales de más envergadura, que indudablemente poseen mayor calidad y mejor presentación, lo cual tiene varios impactos positivos de cara a la población.
En sus palabras, destacó la confianza del pueblo cubano en estos medicamentos e instó a realizar estudios de gastos para que no se desestimule la producción, a medir los impactos reales y a promover una mayor cultura del detalle en el envasado de esos productos.
De manera especial insistió en la importancia de aprovechar más las capacidades de BioCubaFarma para desarrollar estas producciones, al tiempo que se deben seguir potenciando tecnológicamente los dispensarios y la producción local para que no queden en desventaja. Todos los esfuerzos, subrayó, son válidos.



