Sembrar pasión revolucionaria y deseos de hacer por el país
Es en la dimensión simbólica, en eso que llamamos «lo intangible» y que mueve voluntades en un sentido o en otro, donde se da la gran batalla. Por eso no es fortuito que este martes, desde el Palacio de la Revolución, haya tenido lugar el análisis, entre los primeros puntos de la agenda, del Programa para la transformación del trabajo político-ideológico.
La importante reflexión tuvo lugar en el contexto del IV Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, el cual estuvo encabezado por el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Sobre la Estrategia para la implementación del Programa de trabajo político-ideológico versó la introducción ofrecida en el Salón de los Plenos por el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe de su Departamento Ideológico, Rogelio Polanco Fuentes.
Entre otros conceptos, el dirigente partidista hizo alusión a áreas claves de trabajo como la de los procesos educativos y culturales, desde los cuales forjar una cultura emancipadora contra toda forma de prejuicio y discriminación, y en favor de la unidad nacional.
En todo este empeño, dijo, se tomó como eje articulador a la educación cubana, con el propósito de formar, consolidar, construir y reconstruir la hegemonía revolucionaria en torno a los valores que sustentan la ideología de la Revolución.
A otras áreas claves hizo referencia Rogelio Polanco, como la de los procesos comunicacionales y tecnológicos, los cuales se proponen lograr una comunicación social efectiva para preservar las tradiciones revolucionarias, el enriquecimiento y defensa de la cultura e identidad nacionales, y el amor a la historia patria. Es un propósito, afirmó, para el cual deben emplearse todas las herramientas al alcance, en particular las tecnologías de la información y la comunicación.
Seguidamente se sumaron las voces de los delegados; entre ellas, las del director del periódico Juventud Rebelde, Yoerky Sánchez Cuellar, para quien el trabajo político-ideológico, si se quiere que logre cautivar, estremecer, no puede ser en abstracto.
Sobre la Estrategia apuntó que, como es de implementación, se traduce en acciones concretas; y en ese punto recordó al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y su concepto de que la labor ideológica se palpa en hechos, en realizaciones medibles.
«La Estrategia no es nada –alertó Yoerky Sánchez– sin el empuje de todos los actores. Necesitamos que el documento se convierta en un instrumento para transformar desde la base. El desafío es sembrar en el corazón de cada cubano la pasión revolucionaria, las ansias de hacer por el país».
Apuntó el joven periodista que sería un error pensar que los problemas ideológicos son competencia exclusiva del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista: esa, dijo, es una batalla de todos, y en la Estrategia todos los procesos tienen igual valor, pues están unidos en el propósito común del cambio en la labor ideológica.
¿Cómo se expresa el trabajo ideológico si no es en la conducta de la gente?, fue planteada esa interrogante durante el IV Pleno, en clara alusión al horizonte que plantea la labor ideológica y que consiste en ir construyendo una conducta enaltecedora del ser humano.
Caridad Diego Bello, jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, destacó el valor de los estudios de rigor para trazar políticas, y trajo a colación cómo el área de trabajo que ella dirige se ha apoyado desde hace mucho tiempo en saberes como el del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas de la Academia de Ciencias de Cuba (CIPS), desde donde han nacido numerosas y muy útiles investigaciones sobre la religiosidad en el país.
A propósito de cómo los enemigos de la Revolución sueñan con capitalizar liderazgos que despunten en la sociedad cubana, e intentan manipular los sentimientos religiosos, enumeró experiencias positivas de articulaciones obradas desde el Partido y el Gobierno con sectores de ese universo.
Todo lo que se haga por cerrar brechas de desigualdad o discriminación resulta cardinal en el trabajo político-ideológico. Sobre tal arista reflexionó la vice primera ministra, Inés María Chapman Waugh, quien hizo referencia a cómo ya hay aprobada, por ejemplo, una estrategia de enfrentamiento a la violencia de género, y poco a poco se van dando pasos de avance.
Los programas se complementan y todos son igualmente importantes, afirmó la vice primera ministra en referencia al que busca los adelantos de la mujer, o al que enfrenta un fenómeno tan negativo como la discriminación racial. Todos, dijo, tienen relación con las comunidades, y también con la vida económica en la sociedad.
Sobre la atención a cada proceso, Inés María Chapman se refirió a la importancia de preparar a los cuadros con vista a ser artífices de tales esfuerzos, para que puedan motivar, convencer y sostener acciones dentro del socialismo cubano.
Rosario del Pilar Pentón Díaz, rectora de la Escuela Superior del Partido Ñico López, trajo a colación un área clave del trabajo político-ideológico, que está relacionada con la formación de valores en nuestros niños y jóvenes: tenemos que seguir pensando, subrayó, cómo llenamos de contenidos el tiempo de esas nuevas generaciones.
Por su parte, Walter Baluja García, viceministro primero de Educación Superior, sumó una arista de particular interés a la jornada de análisis: al referirse a los barrios que viven realidades de transformación, recordó el valor de no solo ayudar a los ciudadanos a salir de circunstancias desventajosas, sino de ir más allá y ayudarlos a incorporarse a procesos educativos, de superación desde los mismos entornos comunitarios.
Sobre las redes sociales, Baluja García expresó que estas cuentan con muchas reservas que pueden ser usadas óptimamente si media la capacitación: cuando ellas sean usadas como herramientas múltiples, lo mismo para el cibercombate que para atender a la población, entonces –naturalizadas y más familiares para todos– se convertirán en espacios de mayor utilidad.
De mantener siempre informado al pueblo habló Bolivia Tamara Cruz, presidenta de la Unión de Periodistas de Cuba en la provincia de Villa Clara.
En sus palabras iniciales confesó su orgullo por ser periodista, y luego se refirió al compromiso que tienen los medios de comunicación con informar a los cubanos. Esa tarea, dijo, no solo concierne a los periodistas, sino también a todos los dirigentes del país.
Sobre Cuba en las noticias, Tamara Cruz habló de no esperar a que otros cuenten de ella sino que sean los revolucionarios los primeros en informar. «Los invito –dijo a los presentes–, a tener siempre comunicación con el pueblo».
Hacia el final del análisis en torno al tema ideológico, el miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista, Roberto Morales Ojeda, habló sobre la necesidad de que la Estrategia se materialice en todos los espacios: los físicos, los de los medios tradicionales, o los de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Defender la Patria desde tales escenarios y siempre acompañados de la memoria histórica, enfatizó, constituye tarea de primer orden.