¿Qué nos falta para entender que los niños y adolescentes no son inmunes ante el SARS-CoV-2?
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Autor: Redacción Digital.
Este 20 de agosto se confirmó la cifra más alta diaria de menores de 20 años contagiados con el nuevo coronavirus: 2 029, de ellos 1 915 en edades pediátricas. Un año atrás, el 20 de agosto de 2020, diagnosticamos solo tres pacientes pediátricos con COVID-19.
El dato fue destacado este domingo, a través de su página en Facebook, por el Ministro de Salud Pública de Cuba, José Ángel Portal Miranda, quien alertó de que ya pasan de 95 100 las niñas y niños contagiados, y de 5 900 los menores de un año, mientras que los adolescentes enfermos de COVID-19 han superado los 30 000 en todo el territorio nacional.
¿Qué nos falta para entender que los niños y adolescentes no son inmunes ante el SARS-CoV-2?, pregunta el titular del sector sanitario, e invita a reflexionar sobre cuánto tensa al sistema de salud el aumento de estos números, pues se incrementan las instituciones pediátricas dedicadas en estos momentos solo a la atención de pacientes con COVID-19, sin olvidar que la población infantil no enferma solo de este virus, sino que sigue teniendo otras afecciones propias de la edad.
«Si en las primeras olas del virus en nuestro país los más afectados eran las personas mayores, aunque hoy siguen siendo el grupo más vulnerable ante el riesgo de evolucionar hacia la gravedad, hemos visto cómo han ido desplazándose las edades en los contagios, de los pacientes que incluso evolucionan a estados graves y críticos y hemos tenido que lamentar el fallecimiento de personas jóvenes, incluso, niños», señaló Portal Miranda.
El ministro acompañó su mensaje de un conjunto de imágenes del fotógrafo Abel Padrón Padilla, sobre las que dijo que «preocupan y hablan por sí solas». En ellas se aprecian niños jugando en las calles, en grupos y con una descuidada protección.
Alertó, además, de la importancia de concientizar que nuestros pequeños están enfermando en casa, que la mayor fuente de contagio en estas edades son los contactos intradomiciliarios y agregó que «si hay un grupo donde es extremadamente doloroso lamentar la pérdida de vidas, es precisamente en niñas y niños».
«Justo cuando hay nuevas luces y avanza la inmunización, no es momento para descuidos. Si nosotros nos protegemos, los estaremos cuidando a ellos, mientras concluyen los ensayos clínicos pediátricos. Hasta tanto esto no ocurra, niños y adolescentes no entran en el esquema de vacunación, por lo que están considerablemente más expuestos al riesgo.
«El precio de relajar medidas higiénico-sanitarias puede ser muy alto. No olvidemos que estamos ante un enemigo invisible, que no solo mata, sino que puede dejar importantes secuelas para la salud. Cuidemos lo más preciado que tenemos, la vida de nuestros pequeños», concluyó su mensaje. Artículo tomado del periódico Granma Digital.

